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Cuando parecía que la negociación presupuestaria no iba a dar más de sí, el Gobierno vasco realizó este miércoles una nueva cesión y utilizó su última bala en el diálogo con EH Bildu. A tan solo unas horas de que la comisión parlamentaria vote este mismo jueves las enmiendas y el dictamen final del proyecto (el penúltimo paso antes de su votación definitiva en el pleno el viernes de la semana que viene), el consejero Noël d’Anjou entregó al grupo de Pello Otxandiano una oferta muy centrada en la vivienda. Es la principal demanda de EH Bildu y, en ese terreno, había denunciado que el Ejecutivo se quedaba corto de ambición. Según ha podido saber Grupo Noticias, el Gobierno vasco le ha ofrecido un compromiso plurianual de 100 millones para toda la legislatura para adquirir vivienda de protección oficial y destinarla al alquiler social, la principal inquietud y escollo para EH Bildu en estas conversaciones.
Además, el Ejecutivo se compromete a crear dentro del pacto social por la vivienda un foro de urbanismo para reunir expertos y debatir sobre otros modelos, como el nórdico o los que existan en el Estado español. El foro serviría para tener una fotografía completa y enriquecer el modelo vasco. Encaja con lo que pedía Pello Otxandiano, pero con otros tiempos. EH Bildu pidió un cambio de rumbo y modificar las políticas porque, a su juicio, están fallando, y Arnaldo Otegi había presentado el modelo de Viena como referencia para movilizar viviendas, en lugar de limitarse al estudio de la fiscalidad. Ahora, se abre el debate, pero en un foro de urbanismo con tiempos más sosegados y no con las urgencias de la negociación presupuestaria. En un tercer punto, eso sí, también se le exige a EH Bildu un compromiso y que ponga de su parte allí donde tiene mando en plaza. El Gobierno le pide que se comprometa a estudiar en los más de cien ayuntamientos que gobierna el papel de las corporaciones locales para recalificar suelos, modular el IBI para potenciar el alquiler social...
La petición de EH Bildu y su impacto en los servicios informáticos
Esta oferta, que afecta a un departamento gobernado por el socialista Denis Itxaso, viene de parte de un Gobierno que tiene mayoría absoluta. PNV y PSE tienen asegurada la aprobación de los Presupuestos con sus propios votos, pero el lehendakari ha dado la consigna de buscar acuerdos amplios. Por tanto, es una decisión política que no viene forzada por estrecheces aritméticas . A partir de ahí, no es descabellado pensar que EH Bildu pudiera rechazar la oferta porque la compra de VPO está cuantificada en 100 millones en los cuatro años de la legislatura, mientras que este grupo pedía 90 millones solo para 2025, en un año. El problema radica en que la propia EH Bildu, en las enmiendas parciales sobre las que ya informó este periódico, concreta de dónde sacaría ese dinero: además de la Ertzaintza, lo peliagudo viene con el tijeretazo que se llevarían los servicios informáticos de la administración, Ejie, que según calculan algunas fuentes gubernamentales, podría suponer la supresión de 400 puestos de trabajo, además de dejar comprometida la ciberseguridad.
EH Bildu quería destinar 90 millones a la adquisición de vivienda de protección oficial o libre para dedicarla al alquiler social, y habilitar una línea de ayudas de 5.171.349 euros para que los ayuntamientos apliquen el decreto de vivienda vacía. Son sus dos principales enmiendas parciales, y la parlamentaria de EH Bildu Nerea Kortajarena deslizó a las 20.00 del miércoles en Radio Euskadi que es el Gobierno quien debe decidir si las apoya o no, que las enmiendas “estarán ahí y el Gobierno tendrá la posibilidad de votar a favor”.
De todos modos, no quedó claro si estaba del todo informada de la última oferta del Ejecutivo, que fue enviada a su grupo antes de la entrevista, ya que Kortajarena dijo que la tarde había sido “un desierto” cuando en realidad había otro documento sobre la mesa. Con independencia de esa cuestión, , sí pudo parecer que EH Bildu cree que ha cubierto el expediente de los acuerdos con el pacto presupuestario en la Diputación de Araba, de PNV y PSE: “Nosotros ya hemos demostrado que esa voluntad de acuerdo esta ahí”. La diferencia sustancial con el Gobierno vasco es que la Diputación está en minoría y sí necesitaba apoyos. Pradales no, y aun así le ha hecho otra oferta.
El Gobierno vasco parte de la premisa de que la vivienda es una prioridad fijada por el propio Pradales y por PNV y PSE. Su documento contiene también 34 enmiendas como un guiño a PP y Sumar aunque se hayan roto las conversaciones con ellos.
El primer posicionamiento ante los pactos de país de Pradales
La portavoz del Gobierno, Maria Ubarretxena, había deslizado el miércoles que el Ejecutivo se ha movido “mucho” y lo iba a seguir haciendo porque, aunque “no tiene necesidad de apoyos políticos para la aprobación del proyecto, Euskadi necesita un acuerdo más amplio”. El martes se produjo otra reunión más con EH Bildu, y el miércoles le enviaron la última oferta. Con este movimiento, el Gobierno vasco entiende que ha demostrado una voluntad real de pactar, pero también se cubre las espaldas en términos de relato y deja la pelota en el tejado de EH Bildu, en esa especie de pulso por el cual nadie quiere aparecer como el responsable de romper las negociaciones. A la coalición abertzale podría bastarle el acuerdo con la Diputación y reservarse una oposición más frontal a nivel autonómico donde, además, la presión de determinados ámbitos sindicales es mayor. Este sería su primer posicionamiento ante uno de los pactos de país de Pradales.