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Darius Thompson, un director de juego total

El base ha encandilado en tres partidos al baskonismo con su clase, altruismo e inteligencia
Darius Thompson dio una lección de pase y comprensión de juego en el duelo contra el Valencia Basket. | FOTO: EUROLIGA

En el prometedor arranque de temporada que ha tenido el Baskonia, varios jugadores azulgranas se han ido repartiendo el protagonismo a lo largo de los tres primeros encuentros, con momentos de mayor y menor brillo. Sin embargo, ha habido un jugador que se ha hecho notar siempre que ha estado sobre el parqué y que no ha tardado en ganarse la confianza absoluta de Peñarroya y la admiración de la parroquia baskonista: Darius Thompson.

Al base norteamericano le han bastado tres apariciones para encandilar a propios y ajenos, dando la razón al Baskonia por la paciencia e insistencia que tuvo en conseguir que el jugador se desvinculara en verano del Lokomotiv y aterrizara en Vitoria-Gasteiz. Y es que hacía mucho tiempo que no se veía un base como él defendiendo la camiseta azulgrana. Ha sido el elegido para cubrir la baja de Baldwin, pero nada tiene que ver en su estilo de juego con el ahora jugador del Maccabi.

Thompson, pese a los prejuicios que a veces se tienen de los bases que llegan a Europa desde el otro lado del Charco, está demostrando ser un director de orquesta cerebral, gran comprendedor del juego y capaz de tomar siempre la decisión correcta. Cuando el balón pasa por sus manos, el juego ofensivo del Baskonia fluye y es capaz de encontrar a sus compañeros en una buena situación para anotar. La lección de baloncesto que dio en La Fonteta el pasado jueves, en la que repartió once asistencias sin cometer ninguna pérdida de balón, habla por sí sola de la capacidad para trazar líneas de pase del de Tennessee, que también es el máximo asistente del equipo en ACB con un nueve entre los dos primeros partidos.

Habría que remontarse posiblemente hasta la temporada 2018-19, la última de Marcelinho Huertas en el Baskonia, para encontrar un base con la lectura de juego de Darius Thompson. Desde entonces el equipo ha tenido buenos pasadores como Vildoza, Henry o Baldwin, pero se trata de perfiles más anárquicos y heterodoxos en su manera de organizar el juego, asistiendo más por su capacidad para atraer rivales y descargar el balón hacia el hombre liberado que por dirigir a sus compañeros y trenzar jugadas colectivas que terminen en buenas situaciones de tiro.

Desde que llegó a Vitoria, Thompson ha dejado clara su predilección por el pase antes que por la anotación y así lo volvió a hacer tras el partido del Valencia Basket. “Baloncesto de equipo, ¡qué cosa más bonita!”, publicó el jugador en sus redes sociales en respuesta a un vídeo recopilatorio de las asistencias más destacadas del partido. Sin embargo, el ex del Lokomotiv es mucho más que un excelente organizador, ya que también ha dado muestras de su voracidad anotadora. En el duelo inaugural de la temporada contra el Unicaja se salió alcanzando los 20 puntos y ante el Barça también fue el máximo anotador de su equipo con 13. En La Fonteta no le hizo falta alcanzar esos números para ser igualmente decisivo. Destaca por su variedad de recursos para finalizar bajo el aro –incluidos sus nada desdeñables muelles– y hasta ahora no se ha jugado lanzamientos difíciles de forma innecesaria.

ACTITUD INTACHABLE

Las comparaciones son odiosas, pero lo cierto es que, pese a no tener las cualidades físicas ni el explosivo uno contra uno de Baldwin, Thompson ha aterrizado mejor en el Baskonia de lo que lo hizo su compatriota. Está demostrando ser más consistente en su juego y, lo que es más importante, compite para el equipo y no para hacer números o buscar su lucimiento personal. Todavía es pronto para sacar conclusiones definitivas, pero Thompson no parece que vaya a intentar maquillar su estadística o realizar la guerra por su cuenta como Baldwin hizo en algunas ocasiones la pasada campaña. Para eso ya estará Howard, que responde más a ese perfil anárquico también necesario.

A todo ello hay que añadirle su compromiso y sacrificio en defensa –ya ha dejado dos tapones espectaculares– y una personalidad afable que facilitará que conecte con un Buesa Arena que siempre tiene en cuenta la actitud de sus jugadores incluso cuando las cosas no salen bien. Cuando mezclas calidad, inteligencia, físico y actitud, la fórmula rara vez termina en fracaso. El Baskonia, en definitiva, ha fichado a un base como la copa de un pino.

09/10/2022