David Broncano sorprendió a los espectadores de 'La Revuelta' con una emotiva conexión en directo con el alpinista vasco Alex Txikon.
Desde Katmandú, donde se recupera de una operación de apendicitis que marcó el abrupto final de su expedición al Annapurna, Txikon relató su experiencia en un hospital nepalí. La conversación estuvo cargada de anécdotas, humor y reflexiones sobre los desafíos que enfrentan quienes persiguen sueños en los entornos más extremos del planeta.
Una emergencia médica en pleno Himalaya
Álex Txikon, originario de Lemoa, se encontraba liderando una expedición invernal al Annapurna, uno de los picos más peligrosos del mundo, cuando comenzó a experimentar síntomas graves de apendicitis. Según relató, ya llevaba dos días vomitando y soportando dolores intensos mientras estaba en el campo base, a más de 6.400 metros de altitud. Al darse cuenta de la gravedad de la situación, fue evacuado de emergencia a Katmandú, donde los médicos confirmaron el diagnóstico y lo operaron de urgencia.
“Cuando la doctora me dijo que era el apéndice, pensé: ‘La que hemos liado’”, confesó Txikon durante su intervención en el programa. Pese a su vasta experiencia enfrentando peligros en la montaña, describió su entrada al quirófano como uno de los momentos más aterradores de su vida.
El quirófano más temido
La operación en Katmandú no estuvo exenta de dificultades. Txikon narró con humor los detalles más surrealistas de su experiencia, como el estado de las instalaciones del hospital. “Dos minutos antes de entrar en quirófano, la señora de la limpieza pasó con una escoba que tenía más mugre que el palo de un gallinero”, contó entre risas, apoyado por su compañero de expedición, Eneko.
El alpinista no dudó en bromear sobre la situación incluso en los momentos más tensos. “Lo mejor fue cuando, ya medio drogado, vi que me habían depilado todo el pecho y pensé: ‘Vaya avería que me han hecho’”. Pese al tono distendido, Txikon reconoció el miedo que sintió al enfrentarse a una operación quirúrgica en condiciones tan distintas a las que podría esperar en su tierra natal.
Reflexiones tras la operación
Recuperándose aún de la intervención, Txikon admitió que la apendicitis marcó el fin prematuro de su intento de ascender al Annapurna este invierno. “Es una pena, llevamos un año preparando esta expedición, invirtiendo tiempo y recursos”, lamentó. Sin embargo, se mostró optimista y reflexivo, interpretando el contratiempo como una señal para replantearse sus objetivos.
En la conversación con Broncano, dejó entrever nuevos planes para el futuro, como la posibilidad de hibernar un invierno en la Antártida. “Al menos ya estoy operado del apéndice, así que puedo ir tranquilo”, comentó con su característico sentido del humor.
El apoyo del equipo y el espíritu de superación
Uno de los aspectos más destacados de la entrevista fue el buen ánimo que Txikon mantiene con su equipo. Eneko y el guía Chapal, que también participaron en la conexión, compartieron anécdotas que desdramatizaron la situación y reflejaron el espíritu colectivo que impulsa estas expediciones extremas.
Txikon aprovechó para subrayar la importancia del trabajo en equipo y el compañerismo en la montaña. “Lo más importante no es hacer cima, sino volver a casa como amigos”, afirmó.
Nuevos horizontes para Txikon
Aunque el Annapurna deberá esperar, Álex Txikon no pierde de vista sus próximos retos. A sus 43 años, sigue siendo una figura destacada en el alpinismo invernal, habiendo conquistado 11 de los 14 ochomiles del planeta. Ahora, se plantea objetivos alternativos que combinan su pasión por la montaña y su capacidad de adaptación a las adversidades.
Desde Katmandú, el alpinista vasco dejó un mensaje inspirador para quienes siguen sus pasos: “En la vida hay que perseguir los sueños, porque el que la sigue, la consigue”.