¿La pérdida de usuarios en el transporte comarcal a lo largo de 2021 preocupa cuando todavía no hemos salido de la sexta ola?
–La evolución de usuarios en el transporte urbano está siguiendo una tendencia muy similar en todas las ciudades. La evolución de los viajeros del transporte urbano preocupa, no porque estemos en el pico de la sexta ola, sino porque todavía está lejos de recuperar los niveles prepandemia. En este momento la caída es del 27,4% respecto a 2019 (42,6% fue la pérdida del 2020 respecto al 2019) y del 33,8% a nivel estatal (45,8% en el anterior periodo). Tampoco se prevé que se recuperen en este año 2022, aunque seguro que mejoramos mucho si se acaba recuperando el ocio nocturno y otros eventos como los Sanfermines, claro. El motivo de la preocupación es porque esos ingresos que se dejan de obtener deben ser sustituidos por el incremento de las aportaciones públicas para sostener la financiación del servicio. Los efectos de la pandemia están siendo muy asimétricos en los diferentes sectores de la actividad: hay sectores que ya se han recuperado hace tiempo (entre otros, el propio consumo de los servicios de agua y residuos). Sin embargo otros están lejos de recuperarse, entre ellos el transporte colectivo de viajeros.
¿Cómo se puede remontar la situación? ¿Hay iniciativas en otras ciudades para mejorar la ventilación o separación de viajeros, o para diseñar nuevas campañas de concienciación?
–A partir de la 2ª ola, la evolución de las distintas olas de contagio debido a la Covid-19 (ahora la 6ª) está siendo totalmente independiente del número de usuarios que utilizan el transporte público. Es una prueba más de la falta de correlación entre el transporte público y los contagios. Hay que tener en cuenta que en el transporte público urbano se dan circunstancias que dificultan mucho el contagio y que no se dan en otros ambientes: uso permanente de mascarilla, ventilación constante y estancias cortas. La Comarca de Pamplona se sitúa en el pelotón de cabeza en recuperación, pero aún así no hemos llegado aún al 80% de los niveles de 2019. En cuanto a la ventilación de los vehículos, se están manteniendo las medidas de apertura de ventanillas y apertura de puertas en todas las paradas y cabeceras de líneas. Si tenemos en cuenta que, de media, las paradas están separadas unos 300 metros, se están abriendo las puertas cada 1 o 2 minutos. Por otra parte, el sistema de aire acondicionado forzado de los autobuses no recircula el aire en el interior de los autobuses. Siempre lo toma del exterior lo que provoca ventilación constante. En cuanto a la colocación de mamparas, se ha realizado para proteger el puesto de trabajo del conductor del autobús. En un transporte colectivo como el TUC no tendría sentido colocar mamparas para separar a los viajeros entre sí. Cabe recordar también que actualmente, no hay ninguna regulación por parte de las autoridades sanitarias sobre aforo máximo en los autobuses del TUC.
No obstante, se están realizando todos los refuerzos disponibles y controlando que la ocupación no sea superior al 75% de la máxima permitida (fue la última regulación vigente hasta el mes de octubre del año pasado, ya que ahora no hay regulación de aforo). Hay que tener en cuenta que nunca en la historia ha habido tantos autobuses circulando simultáneamente en la comarca, a pesar del relativamente bajo número de pasajeros, 11 millones menos de pasajeros que en 2019. Las campañas de sensibilización son, desde luego, necesarias.
¿Qué fue del proyecto de líneas troncales que estaba previsto impulsar para agilizar el servicio?
–Las líneas troncales era una de las actuaciones más ambiciosas del Plan de Movilidad Sostenible de la Comarca de Pamplona (PMUSCP). Su futura ejecución está pendiente de la decisión de las administraciones que lo aprobaron: el Gobierno de Navarra, los 18 Ayuntamientos del área metropolitana de Pamplona y la Mancomunidad.
¿Hacia donde debe ir encaminada la movilidad en Pamplona y su Comarca partiendo del actual PMUSCP? ¿Cuáles serían los objetivos prioritarios en este momento?
–En cifras generales, se pretendía llegar a una movilidad de un 50% peatonal-bici, 20% transporte público y 30% coche privado. Para ello hay que abordar importantes inversiones y cambios en la ciudad. Lamentablemente, se ha retrocedido y el coche sigue ganando protagonismo en los últimos años. La pandemia del Covid tampoco ha ayudado: la mitad de las personas que han dejado de usar el transporte público han vuelto al coche privado.
¿Qué opina de la nueva línea eléctrica prevista para el casco viejo y qué opción sería la más factible?
–Realmente, y tras realizar simulaciones y estudios técnicos, los datos indican que el número de viajeros que transportaría dicha línea del Casco Antiguo sería muy pequeño y es especialmente reducido en el caso de la opción como línea circular. La opción de prolongar la línea 14 que sube de la Rotxapea, atravesar el Casco Antiguo y llegar a la Plaza de Merindades al menos trasladaría un número superior de viajeros. Es problemático introducir autobuses en un casco viejo peatonal y con calles estrechas. Es algo que debe pensarse con sumo cuidado, más allá del coste que puede tener, dudamos de su practicidad porque hay paradas cercanas (Paseo Sarasate).
Hablemos de residuos. ¿Cuánto tiempo cree que puede paralizar la última sentencia las obras en la nueva planta de basuras?
–El Gobierno ha mostrado su intención de no recurrir la sentencia para reiniciar el proceso y solucionar los problemas de procedimiento de la manera más rápida posible. Por lo que nos han trasladado parece que se trata de una cuestión de 8-12 meses, pero hay que tener en cuenta que, mientras tanto, la MCP puede seguir trabajando en el proyecto y adelantando tareas. De hecho el inicio de las obras no estaba previsto para antes de siete meses, por lo que podemos estar hablando de un retraso real de 6 meses, que quizás incluso se pueda aminorar acelerando algo el ritmo de las obras. Esperaremos a los movimientos del Gobierno de Navarra en este tema.
¿Se reafirma en que Imarcoain es la mejor ubicación?
–La ubicación fue escogida tras un trabajo puramente técnico que ha sido avalado ya por el Tribunal Administrativo de Navarra ante varios recursos. Esperamos de hecho en breve un dictamen pericial externo independiente que vuelva a reafirmar la solidez del estudio realizado en su día por personal técnico de la casa, con muchos años de experiencia. Navarra Suma nunca cuestionó que hubiera que construir un centro de tratamiento de residuos fuera de Góngora, ni tampoco los criterios escogidos para seleccionar el emplazamiento. Solo únicamente en el momento de concretarse la ubicación de Noáin comenzó una campaña en contra, a mi modo de ver por motivos exclusivamente electorales (conseguir y mantener la alcaldía en Noáin/Elorz).
¿Teme que haya nuevas sentencias desfavorables al haber más recursos?
–Estamos hablando de procesos administrativos muy complejos, en los que siempre puede haber algún fallo o incluso diferencias de interpretación en cuanto a los trámites a seguir. De hecho, es corriente hablar de la "caza del fallo", en la cual los opositores a un proyecto buscar invalidarlo judicialmente buscando fallos formales o procedimentales, más que de fondo. Dicho esto, la MCP ha sacado adelante más de 20 recursos al proyecto, y restan únicamente dos recursos más interpuestos en su momento. Creemos que también hay argumentos para rechazarlos, y estamos a la espera inminente de la resolución al efecto del Tribunal de Justicia.
¿Qué opina de las acusaciones de irresponsabilidad por no esperar a las resoluciones judiciales?
–En estos últimos días hemos visto una reacción exagerada de NavarraSuma ante la última sentencia, pidiendo responsabilidad política a este Presidente por haber realizado ya inversiones. Muy bien, la asumo y reitero que la última sentencia no cuestiona el emplazamiento, pero además en todo caso hay que aclarar que la Mancomunidad tiene cláusulas de salvaguarda por las que puede recuperar la totalidad del dinero invertido en la compra de la parcela si finalmente no se pudiera construir el centro en la misma. Considero que irresponsabilidad es mirar para otro lado y no hacer nada ni tener una sola alternativa para el gravísimo problema que tiene la Comarca y Pamplona con los residuos. Y ya puestos, también considero una irresponsabilidad atacar a la MCP sistemáticamente, es algo de lo que nos hemos dotado los ayuntamientos para resolver la gestión del agua, el transporte y los residuos. Y especialmente Pamplona debería ser cuidadosa, al ser el municipio más poblado es el que más agua, transporte y gestión de residuos necesita.
¿Se seguirá vertiendo en Góngora hasta que no haya otra alternativa?
–El Ayuntamiento de Aranguren ha sido extremadamente solidario permitiendo la ampliación del plazo de vertido hasta la construcción del Centro de Tratamiento de Residuos y hay que agradecérselo. Vamos a cumplir el convenio con ellos, y tenemos también que cumplir lo que indica el Plan de Residuos de Navarra: hay que abandonar Góngora y buscar un nuevo pequeño vertedero en la Comarca de Pamplona. En este nuevo emplazamiento ya solo se depositarán residuos inertizados en la nueva planta, una cantidad mucho menor residuos que además ya no emitirán ni gases ni lixiviados. Los acuerdos están para cumplirlos y la MCP es una entidad seria. No podemos ni debemos romper unilateralmente un acuerdo tomado con otra entidad local.
¿Y a Caparroso se seguirá llevando la materia orgánica?
–Hay que recordar que la materia orgánica se ha tratado estos años pasados en dos centros, en Caparroso y en Artajona. La renuncia de Artajona nos llevó a depender únicamente de las instalaciones de Caparroso. Recientemente hemos licitado de nuevo el concurso de tratamiento de la materia orgánica, dividiéndolo en dos lotes para intentar evitar la concentración de toda la materia orgánica en un solo emplazamiento. De resultas de ello vamos a poder enviar la materia orgánica de nuevo a las dos localidades que cuentan con los permisos necesarios en Navarra: Caparroso y Artajona. En todo caso, esta dependencia de otras instalaciones resalta la necesidad imperiosa de contar con nuestro propio centro de tratamiento de residuos. Van a ser 50.000 toneladas al año y es una cantidad importante.
¿Cómo están funcionando el sistema de tarjetas para apertura de contenedores?
–Llevamos poco tiempo y aún tenemos solo datos preliminares, pronto sacaremos un primer informe extenso con datos fiables. Solo puedo adelantar que estamos cumpliendo las previsiones que teníamos. Hay que tener en cuenta que hicimos una prueba piloto muy importante con más de 10.000 habitantes y dos años de duración. Teníamos información muy buena gracias al vecindario de Azpilagaña y Nuevo Artika. La Ley de Residuos Estatal aprobada en diciembre en el Parlamento de Madrid apuesta explícitamente por "los contenedores cerrados e inteligentes". Una vez más se demuestra que la Mancomunidad no hace locuras y que simplemente se encuentra en los puestos de cabeza en cuanto a implementación de sistemas de recogida selectiva. Cuando hayamos extendido todo el sistema y construido el centro de tratamiento, seremos punteros en el Estado y en Europa, como corresponde a una Comarca de Pamplona rica, civilizada y desarrollada.