Para Paula Pérez "no todas las ciudades tienen un festival así", como el BBK Live. Esta joven bilbaina está deseando que los riffs de guitarra del grupo The Killers le hagan vibrar. Usune Ortiz de Zárate espera con emoción que Phoebe Brigers tome el micrófono. De su garganta emanarán las canciones que tantas veces ha escuchado por sus auriculares. Ellas, y muchísimas almas más, coparán Kobetamendi en la primera edición del festival que se celebra después de la pandemia. A lo largo del próximo día, el monte comenzará a llenarse de caravanas, mochilas, tiendas de campaña y ganas de disfrutar de música en directo.
"Es una de las cosas que más he echado en falta durante la pandemia", afirma Jon Cuevas refiriéndose a la falta de festivales y conciertos durante los últimos dos años. A él, además, le apasiona sentir las guitarras, las voces y las luces del escenario acariciándole en riguroso directo. Por ello, está deseando que llegue el 7 de julio para poder desquitarse y bailar. "La espera se me ha hecho eterna", asegura. Cuevas es un auténtico acólito del festival bilbaino. Ha acudido a la mayoría de sus ediciones y considera que es "el mejor” del Estado tanto por “el nivel de los grupos", como por "el espacio donde se desarrolla". Tiene especial ilusión por ver en ese espacio que tanto disfruta a Placebo, grupo del que se considera "un gran fan", a The Killers y a los electrónicos Pet Shop Boys y Bicep Live. "Nunca había tenido ocasión de verlos", afirma. No ha pensado en vestir nada especial, pero admite que, seguramente, saque del armario sus camisas "festivaleras". "Nunca fallan", reconoce entre risas.
“Me gusta descubrir música nueva”, Aiken Ugalde
Aiken Ugalde recorrerá los escenarios del BBK Live con Cuevas. Ambos son amigos y, como el fan acérrimo de Placebo, él también tiene muchas ganas de que Kobetamendi desprenda música por sus cuatro costados. También está deseando botar con las guitarras de The Killers y bailar al ritmo latino de Bomba Estéreo, pero no se cierra a nada. "Me gusta descubrir música nueva", dice. Y es que Ugalde quiere pasárselo bien, escuchar "buena música" y conocer gente nueva. Él, a diferencia de Cuevas, sí se preparará para la ocasión. Esta tarde peinará las tiendas de la villa en busca de un kimono para conseguir un "look muy Coachella". "Quiero que sea fresquito, ligero, porque va a hacer calor", cuenta.
Un festival especial
El calor será, precisamente, lo que predomine a lo largo del festival. Para los días 7, 8 y 9 de julio se espera que los termómetros alcancen hasta 25, 26 y 27 grados, respectivamente. Paula Pérez lo ha tenido en cuenta y, por ello, ha optado por lucir un vestido blanco, muy vaporoso, para la ocasión. Esta joven bilbaina, que vive en Alemania, está deseando que el avión despegue de la pista del aeropuerto de Hamburgo y aterrice en la Paloma. Allí estará esperándola Alicia Rueda, su madre. Ambas irán juntas al festival, y no es la primera vez que madre e hija acuden mano a mano a Kobetamendi. "Para mí el BBK Live es muy especial. Fue el primer festival al que acudí y lo hice con mi madre", relata Pérez. Entonces, tenía 14 años. "Para mí fue la mejor de todas" - asegura Rueda sobre la edición a la que acudió con su hija - "A las dos nos apetecía muchísimo ver los mismos grupos. Fue increíble ver cómo disfrutaba de la música", añade. Este año ambas vibrarán con The Killers y Placebo, pero lo que realmente les hará sentir será poder verse, tocarse y abrazarse después de dos años en los que la frontera más férrea entre ambas ha sido un pequeño virus que a pesar de ser minúsculo, microscópico, imperceptible al ojo humano, ha trastocado muchas vidas.
Una diversa oferta musical
Usune Ortiz de Zárate cambiará Kobetamendi por Vitoria durante los días que dure el festival. Admite que decidió comprar su bono cuando se percató de que Phoebe Bridgers iba a acudir a la cita. "Mis amigas se habían comprado la entrada de tres días y, aunque yo solo quería ver a Phoebe, pensé que de esta manera podré descubrir música nueva", explica. Ortíz de Zárate es una gran seguidora de la música indie, pero también escucha "mucho pop". Y en esta edición podrá disfrutar de artistas que trabajan más ese estilo. Aunque la música alternativa ha sido - y sigue siendo - una de las grandes señas de identidad de este festival, en las últimas ediciones se ha abierto a otros sonidos. Esta es una decisión que la joven gasteiztarra agradece. "Me gusta que este abriéndose a música más comercial", afirma. Pero lo que también agradece es que este cambio de miras no