Gipuzkoa

De la playa de Amara a ‘Cuarto Milenio’, la vida del barrio se hace libro

‘Amarako istorio bat–Una historia de amara’ de iñaki Egaña, recoge un siglo de vivencias, cambios, gracias y desgracias de un enclave con mucha solera
Iñaki Egaña, plaza Easo

Amara tenía playa y quien no lo crea, que lo compruebe en Amarako istorio bat/Una historia de Amara, un “libro de encargo” que Iñaki Egaña ha tejido con minuciosidad para conmemorar el centenario de la Sociedad Donosti Berri.

Pero la historia que Egaña cuenta en este libro, del que se han editado 500 ejemplares y que se ha puesto a la venta por el precio de diez euros en el quiosco del barrio, en la plaza Easo, va mucho más allá. Plantea un paseo por el tiempo por un barrio que ha cambiado, y mucho, pero que guarda todavía su esencia en muchos detalles.

Para hacer realidad este libro Egaña ha realizado una recopilación de información que le ha llevado “toda la vida”, aunque la redacción, por la que nada ha cobrado, le haya llevado “dos meses”, buena parte de los cuales los ha dedicado a hablar con vecinas y vecinos del barrio y a bucear en sus recuerdos.

Con orden y paciencia ha ido elaborando durante muchos años Egaña las fichas de las que ha extraído la parte más sustancial de la información que ha necesitado para avanzar con este trabajo. “Subía al trastero a recuperar las fichas y a leerlas otra vez. El ser ordenado me salva, porque tengo guardada infinidad de información”, recuerda.

Ocho capítulos numerados y nueve más monográficos completan este libro que comienza con una imagen de la fuente de La Salud y se despide con una fotografía singular, que parece “casi un montaje”, del día de la inauguración del ferrocarril del Urola en 1926, en la que se observa al tren circulando por delante del Bellas Artes.

En Amarako Istorio Bat imágenes y relato comparten protagonismo y algunas de las fotografías que se incluyen causan sorpresa e incluso extrañeza a quienes no conocen al detalle la historia de Amara.

Una barricada en la calle Larramendi y otra entre Easo y Pedro Egaña en 1936 son muestra, por ejemplo, de que Amara Zaharra era un barrio luchador, de lo que da fe también el fusilamiento por las tropas franquistas de varios vecinos, como Jesús Calleja, Marcelino Celigüeta, que puso en marcha la churrería del mismo nombre, o Julián Aristegui, que “pasó por la cárcel de Ondarreta antes de su fusilamiento”, entre otros.

Era un barrio muy republicano, el 85% de la gente se marchó cuando la Guerra, la sede del Partido Comunista estaba en la calle Autonomía y la del Anarquista, donde está el bar Nido, en la calle Larramendi”, destaca Egaña. “Las primeras huelgas de mujeres se dieron en Tello, en 1917-1918 “, añade.

El libro, explica su autor, es fruto de un encargo de la sociedad Donostia Berri, que se halla de celebración por cumplir cien años.

Egaña ha planteado su trabajo en parte “de forma cronológica”, aunque ha optado por destacar algunos aspectos, episodios o temas concretos. El Urumea, la plaza Easo, Mayo de 1922, Landetxe, los caseríos de Amara, Arbaizenea, las escuelas de Amara, el cerro de San Bartolomé o los comercios que han desaparecido, han merecido un capítulo a su nombre.

Del Urumea anterior a ser encauzado cuenta Egaña historias “de vida y de muerte”, porque aunque dio mucho al barrio también le quitó. Quitó vidas porque, según se recoge en el libro, los tres sifones o remolinos que se encontraban a la altura del barrio “se llevaron la vida de decenas de niños que jugaban o se acercaban a la orilla con la inocencia de la edad”. También cuando se encauzó el río “cantidad de trabajadores” se cayeron a sus aguas perdiendo la vida en una época en la que pocos eran los que sabían nadar.

“Cuando el Urumea estaba si encauzar muchos niños se ahogaron en sus sifones”

Iñaki Egaña - Autor de 'Amarako istorio bat"

Cien años y miles de historias y las características que han marcado la esencia de Amara tienen cabida en el libro.

En el barrio, explica Egaña, siempre a destacado la presencia de personas etnia romaní. “Ha habido 140 gitanos hasta hace muy poco, totalmente integrados. De todos ellos solo queda una familia, los Jiménez Jiménez” destaca Egaña. “Iker Jímenez, de Cuarto Milenio, es de su familia. Así me lo han contado orgullosos y así lo publico”, añade.

La guardería Landetxe, pionera en Donostia; la creación del barrio de San Roque para “empleados municipales que no eran administrativos y para gente pobre”, el Bellas Artes y “sus sesiones continuas”, los combates de boxeo... Muchas son las señas de identidad de un barrio con solera y “muy transversal” para el que la estación de Easo “ha supuesto la vida completa”, obligando a Amara “a abrirse”.

Por eso Donosti Berri en su celebración pensó en primer lugar en la estación, que alberga una exposición fotográfica recordando su historia.

De todas estas cosas y de muchas más da testimonio Egaña, para lo que ha hablado con muchos testigos de sus cambios, “desde el cura del barrio a unas señoras que se juntan a las mañanas en un bar. La más joven tiene 80 años. Aunque he hablado con mucha gente, le memora, la buena, la guardan las mujeres”.

“Es un libro hecho por encargo de Donosti Berri en el que los testimonios tienen mucho peso”

Iñaki Egaña - Autor de 'Amarako istorio bat'

“Los hombres sobre todo me han contado cosas de deporte, porque este ha sido un barrio muy vinculado a distintas actividades deportivas”, recalca el autor para quien, a buen seguro, realizar “una labor de síntesis” ha supuesto “una parte algo dolorosa por lo que te dejas fuera”.

Y es que un barrio vivo tiene muchas historias en su mochila. “Es un libro de barrio y por eso el capítulo en el que recojo los testimonios de la gente es el más largo”, incide Iñaki Egaña.

12/07/2022