Bizkaia

De las profundidades del océano a estar colgados en las paredes del metro de Bilbao

Durante todo este mes el centro tecnológico AZTI expondrá fotografías de criaturas marinas en la estación de Abando
La muestra forma parte del trabajo del centro tecnológico marítimo alimentario vasco AZTI en el marco del proyecto Summer, financiado por la Unión Europea.

Una exposición fotográfica organizada por el centro tecnológico AZTI mostrará durante todo este mes en la estación de Abando del metro las fascinantes y desconocidas criaturas que viven entre los 200 y los mil metros de profundidad, una de las zonas menos investigadas y exploradas.

Se trata de un entorno marino inhóspito y de difícil acceso por lo que la colección de 15 imágenes colgada en las paredes del suburbano sorprenderán a los usuarios que transiten por el pasillo que llega desde la estación de Renfe. La intención es que la muestra sea trasladada con posterioridad a otros puntos de la red, han informado desde Metro Bilbao.

La exposición se compone de quince imágenes cedidas por Woods Hole Oceanographic Institution bajo el título 'Metropelagic'. Metro Bilbao

“Un escaparate con el que ratifica su condición de dinamizador de los valores medioambientales, en este caso a través de la difusión del conocimiento”, han destacado fuentes del suburbano. Las fotografías, cedidas por Wood Hole Oceanographic Institution, permitirán adentrarse en los ecosistemas, sus secretos y los habitantes de esta franja, también conocida como zona crepuscular.

La exposición forma parte del proyecto europeo Summer, una iniciativa liderada por el centro tecnológico AZTI que busca generar conocimiento sobre los peces mesopelágicos, el mayor y último recurso vivo salvaje que la humanidad aún no ha explotado.

Así, por un lado, el proyecto pretende establecer un protocolo para estimar la biomasa de estos animales de forma unificada en todo el mundo. Se calcula que hay unos 10.000 millones de toneladas de biomasa de peces en la zona mesopelágica, lo que supone unas 100 veces más que el conjunto de las capturas de todas las pesquerías del mundo.

Por otro lado, el proyecto también está analizando las posibilidades y, sobre todo, los riesgos que puede suponer su explotación. "Aunque no se considera su uso para consumo humano directo, entre otras razones porque son peces de un tamaño muy pequeño y de mucha grasa, y capturarlos es muy costoso, sí que se podrían emplear como alimento para acuicultura o fuente de compuestos bioactivos para la industria nutracéutica y farmacéutica", ha explicado Raúl Prellezo, experto en gestión pesquera sostenible de AZTI.

Además, ha indicado que la biodiversidad que alberga la zona mesopelágica es "clave para mantener la armonía y el buen funcionamiento del ecosistema global, ya que son alimento de muchas de las especies que consumimos, como los túnidos". Pero también juegan "un papel clave en cuanto a la regulación del cambio climático, ya que los peces mesopelágicos suben a la superficie de noche para alimentarse y regresan a las profundidades transportando miles de toneladas de CO₂", ha añadido.

03/03/2023