Las elecciones municipales y forales están a la vuelta de la esquina. La lógica indica que los acuerdos PSE-PNV se reeditarán, al menos donde den los números.
En cada elección uno sale a sacar el mejor resultado posible y los socialistas salimos a ganar las elecciones, a revalidar todas las alcaldías, a subir en términos de votos y por lo tanto de representantes, porque consideramos que la ciudadanía puede valorar positivamente la gestión y darnos más apoyo. Evidentemente, al día siguiente nosotros somos un partido serio, de Gobierno, y lo que queremos es que nuestras políticas se vayan a llevar a efecto. Por lo tanto, nos sentaremos con nuestros programas de Gobierno en cada lugar. Primero hablarán los partidos y trataremos de dar estabilidad a las instituciones, que es nuestro objetivo principal. Y, con respecto al camino recorrido hasta ahora, yo tengo que valorarlo muy positivamente. Creo que hemos alejado de Euskadi todos los fantasmas que no tienen nada que ver con los problemas cotidianos de la ciudadanía y hemos hecho políticas públicas que realmente mejoran la vida de la gente, que modernizan el país.
¿Se pone el PSE como reto gestionar alguna de las principales instituciones municipales? Se me ocurre el caso de Gasteiz, donde según las encuestas está reñida la batalla.
En Álava y en Vitoria-Gasteiz la fortaleza del PSE está muy clara. Y la figura de Maider (Etxebarria) es de un valor emergente y ha demostrado una solidez no solo en la gestión, sino también en la conexión con la ciudadanía vitoriana. Lo demuestran las encuestas, pero sobre todo lo demuestra ella con su trabajo y su trayectoria. Por lo tanto, yo sí creo que para el PSE hay una oportunidad clara de liderar la Alcaldía de Vitoria.
Ha pasado algo más de un año desde que usted dejó la secretaría general del partido. ¿Qué balance hace de la primera etapa de Eneko Andueza? Tienen ustedes estilos y formas muy diferentes.
Es que es lo lógico, es lo que esperaba. Y estoy muy satisfecha con su labor. Eneko (Andueza) está haciendo su propio camino, que lógicamente tiene que ser distinto al mío.
Y respecto a su futuro en política, ¿se plantea usted dar el salto a Madrid en las próximas generales, como hizo por ejemplo, su antecesor Patxi López?
Yo de momento lo único que tengo entre manos es esta tarea ingente de trabajo en Euskadi que me apasiona. Además, es una labor que me parece muy interesante y muy útil, sobre todo lo que estoy haciendo al frente del Departamento de Trabajo y Empleo. Y políticamente me encuentro muy satisfecha también con la aportación que estoy haciendo en la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, de la mano de Pedro Sánchez, colaborando en la elaboración de los programas electorales y en la elaboración de estudios, junto con la Fundación Pablo Iglesias. Por tanto, estoy muy cómoda y contenta.
Siguiendo con esta cita de las generales que será aproximadamente dentro de un año, toda la política estatal parece marcada por una crispación extrema, más si cabe tras la inédita crisis entre el Poder Judicial y el legislativo.
Creo que el problema que tenemos es principalmente un PP que siempre que está en la oposición no acepta que la propia Constitución diga que hay que renovar los órganos constitucionales. El Congreso no solo elige al presidente del Gobierno de España, sino que también elige al presidente del Gobierno de los jueces, es decir, al presidente del Consejo General del Poder Judicial, y también elige a determinados miembros del TC. Y eso forma parte de nuestro sistema.