Juana Eguren, nacida en el caserío Intxenea, abrió los hoteles Biarritz y Niza de Donostia y se codeó con lo más granado de la sociedad de la época
La vida de Juana Eguren Jauregi da para una película. Seguro que tanto en el callejero de Urretxu, pueblo en el que nació, como en el de Donostia, ciudad que le adoptó, aparecen hombres que hicieron muchos menos méritos que ella. Esta mujer regentó dos hoteles en Donostia y se codeó con lo más granado de la sociedad donostiarra.
Eguren nació en el caserío Intxenea de Urretxu en 1871. En 1891, se casó con Juan Pedro Juantegi Olano. Tuvieron cuatro hijos. A comienzos del siglo XX se trasladaron a Donostia, donde abrieron los hoteles Biarritz y Niza. Falleció en 1969.
Su nieto Fernando Juantegi la recuerda muy bien, pues nació en 1929 y por lo tanto disfrutó durante 40 años de su abuela. La familia Eguren regentó el hotel Paraíso de Zumarraga y deduce que es allí donde adquirió los conocimientos que la animaron y ayudaron a abrir dos hoteles en Donostia. "Era una persona muy emprendedora y decidió salir de allí y venir a Donostia. Trabajó mucho para levantar los dos hoteles".
En primer lugar, abrió el Biarritz. "Antes de que abriera el Biarritz, había tres hoteles de categoría en Donostia: el María Cristina, el Londres y el Continental Palace. Este último estaba en la Plaza del Arenal, después conocida como Plaza de Zaragoza. Mi abuela compró unas caballerizas del hotel Continental Palace. Ahí abrió el Biarritz. Después construyó el Niza, en una línea de villas. Te puedes imaginar dónde se metió para hacer eso... Tuvo que luchar muchísimo. Ella estaba centrada en el Biarritz y el Niza lo dejó en manos de una sobrina".
En aquella época las vacaciones de la gente pudiente eran muy largas. "Algunas familias pasaban tres meses aquí. Venían el padre, la madre, los hijos, la sirvienta, el chófer... Teníamos clientes de Sevilla, de Madrid, de Barcelona... Gente de muchísimo dinero. Los clientes se sentían como en su propia casa, gracias al aire que mi abuela le dio al hotel. El cocinero del Biarritz había sido cocinero del káiser".
Eguren fue muy amiga de Cristóbal Balenciaga y vestía siempre con prendas del modisto de Getaria. También le gustaban mucho los relojes. "Tenía una gran colección de relojes y un cliente, coleccionista él también, le dijo que tenía la colección privada más importante de España".
Fernando Juantegi tuvo la suerte de compartir muchos años de vida con su abuela, pues esta fue muy longeva. "Traté mucho con ella, pues trabajé en el hotel. Era una persona extraordinaria, pero muy recta consigo misma y con los demás. Tenía una disciplina enorme. Todos los días se duchaba con agua fría y era la primera en bajar al hotel. Lo primero que hacía era arreglar los jarrones de flores. Solía tener el hotel lleno de flores".
Recalca también que era muy buena persona. "Era espléndida. De gran corazón. Practicaba la caridad y era muy conocida en Donostia. No se metía en política para nada y ayudaba a todo hijo de vecino. Me acuerdo que siendo yo niño, daba de comer a los milicianos. Cuando vinieron los nacionales, otro tanto. Todos le llamaban Doña Juana".
Abuela de Chillida Eguren fue muy conocida en Donostia y algunos de sus descendientes también. Su hijo Antonio (el padre de Fernando) jugó en la Real Sociedad y su nieto Eduardo (hijo de su hija Carmen) es el artista vasco más universal. "Los Chillida y los Juantegi comíamos y cenábamos juntos en el Biarritz", recuerda Fernando.
Carmen (la madre de los Chillida) era la tercera de la familia y Antonio (el padre de Fernando) el cuarto. Las dos mayores (Amparo y Maritxu) se casaron con dos clientes sudamericanos del hotel (Juan José Baca Castex y Ricardo García Lagos) y se trasladaron allí a vivir. Por lo tanto, tras el fallecimiento de Juana, los dos hoteles quedaron en manos de los descendientes de los dos hijos más jóvenes. Los Juantegi se quedaron con el Biarritz y decidieron derribarlo para construir viviendas (había que hacer una gran obra para modernizar el hotel) y el Niza pertenece hoy en día a los hijos de Eduardo Chillida. Los hoteles Paraíso y Biarritz desaparecieron, pero el Niza y el caserío donde nació Juana siguen en pie.
Juana Eguren era muy amiga de Cristóbal Balenciaga y vestía siempre prendas del modisto de Getaria