Athletic

De viaje de novios... a San Mamés

Javier y Marian posan junto a su hijo Javier en su casa de Paterna.

Dicen que las conversaciones más interesantes se dan en torno a una comida, como norma, en la sobremesa; que de ellas pueden surgir historias que narran hechos asombrosos por aquello de que son inesperados para quien los escucha. La manida frase de "tengo un amigo que", que en muchas ocasiones es la antesala de una historieta con ciertas lagunas, mucho de literatura que por lo general solo engorda el relato y en ocasiones muy poca verdad, fue la antesala del siguiente reportaje, llamativo cuando menos para quien escuchó la historia, que no es otro más que quien ha dado forma a las siguientes líneas. Claro, resultó imposible no ahondar en el germen de la siguiente frase: "Tengo unos amigos que se casaron y de viaje de novios fueron a San Mamés".

Las dos personas que dan veracidad a los hechos son Marian Mas y Javier Vázquez, naturales ambos de Valencia, apasionados del fútbol y, en el caso de él, hincha incondicional del Athletic. Y de Julen Guerrero, cuya camiseta luce orgulloso durante su conversación con el periodista. Marian, por su parte, tira más para la tierra, seguramente por aquello de que su abuelo fue uno de los fundadores del Levante. Y claro, lleva al conjunto granota en su corazón, aunque el Athletic ha ocupado parte de él. Suya fue la idea de llevar a su marido, con quien se casó el 14 de octubre de 2006, a que conociera San Mamés. El viejo. Al nuevo, aún no han tenido ocasión de ir. "Quizá si nos casamos otra vez o cuando hagamos 25 años de casados". Ya tienen plan para el futuro.

En su casa de Paterna, donde reciben a DEIA poco antes de cenar, de manera totalmente improvisada tras recibir una llamada de teléfono apenas media hora antes, un cuadro de madera con el lema Gure etxea da la bienvenida a los invitados. "¿Pero, sois de Bilbao?". "No, ni Marian ni yo, pero nos gusta mucho el norte", responde Javier ante el desconocimiento del periodista. Al otro lado del pasillo, ya en el salón, otros dos cuadros, uno con el árbol de Gernika, y otro, el más grande de todos, que tras un fino cristal guarda como si de oro se tratara una camiseta del Athletic firmada por todos los jugadores de la temporada 2004-05, no pasan desapercibidos. Fue Fernando Santamaría, un bilbaino afincado en Valencia, quien movió los hilos para que la elástica acabara presidiendo el salón.

A la pregunta de cómo dos valencianos sin orígenes vascos acaban en Bilbao y más concretamente en San Mamés, porque visitar el campo era el objetivo número uno de su viaje de novios, Javier no tarda ni medio segundo en contestar: "Igual que hay quien se va al Caribe, nosotros nos fuimos a San Mamés". Y claro, ello derivó en una visita obligada por la capital vizcaina.

"Yo me enamoré de Bilbao", relata Marian, que no tarda en poner el foco en el fútbol y en todo lo que rodea a cada partido del Athletic en La Catedral. Antes, eso sí, su marido recuerda que tuvieron la posibilidad de ver dos partidos. "Yo pensaba que solo había uno, pero coincidió que también había Copa, y ese alegrón que nos llevamos". De vuelta al ambiente, Marian recuerda cómo se quedó prendada de "la entrega de la gente". "En San Mamés vi otra cosa muy distinta a lo que había podido ver aquí, en Valencia, en los partidos de fútbol. Me pareció algo mágico".

Cosas del amor, quizá, o no. Porque sus palabras suenan sinceras. Como la promesa de que volverán a San Mamés, al nuevo, en cuanto puedan. Y lo harán acompañados por el pequeño de la casa, Javier, que hoy, cómo su padre y su madre, irá con el Athletic. Los tres desean ver al conjunto rojiblanco en una nueva final.

02/03/2022