Al menos 60 niñas más han sido envenenadas en el colegio Hayar, en la provincia iraní de Juzestán, en el oeste de Irán, y hay noticia de otros muchos casos recientes en al menos otros tres centros educativos del país. Desde diciembre se han multiplicado estos casos de envenenamiento, coincidiendo con la participación de mujeres en protestas políticas.
Este sábado a primera hora personal del colegio Hayar dieron un aviso por varios casos de intoxicación, informa la agencia de noticias iraní ILNA. En total 60 niñas fueron atendidas tras ser trasladadas por sus familias, de las cuales 20 confirmaron síntomas por envenenamiento, informa la emisora Radio Farda, filial en farsi de la radio estadounidense Radio Liberty.
Por otra parte, el Consejo de Coordinación de las Organizaciones Sindicales de Educadores de irán y la organización de Derechos Humanos Heh Ngav han denunciado nuevos casos de envenenamientos en colegios femeninos en centros como un colegio de Ardabil o dos centros educativos femeninos de la ciudad de Naqdé.
Protestas por la muerte de Mahsa Amini
Los primeros envenenamientos se denunciaron en diciembre en una escuela ubicada en Qom, capital de la provincia homónima, pero desde entonces se han extendido a otros puntos del país, coincidiendo con las protestas por la muerte bajo custodia de la kurdo-iraní Mahsa Amini por no llevar bien puesto el velo.
Tanto el líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, como el presidente, Ebrahim Raisi, han considerado estos incidentes parte de una conspiración orquestada desde el extranjero. Las alumnas sufren principalmente problemas respiratorios, náuseas y mareos.
Jamenei ha manifestado que los envenenamientos son "un crimen imperdonable" y ha abogado por "castigos duros" contra los responsables de estos sucesos, que han desatado una importante alarma a nivel nacional.
El Parlamento iraní ha puesto en marcha una investigación y este viernes su máximo responsable, Hamid Kazemi, ha emplazado a las niñas a cuidarse.