Los antecedentes de Azazeta, en tierras alavesas, no han sido archivados en las carpetas de denuncia que guardan en las filas de la oposición. Todos los pronunciamientos técnicos iban en esa línea de rechazo al parque eólico, como ha ocurrido en el caso vizcaino del complejo proyectado entre Sopuerta y Artzentales -que tocaría también a Galdames y a Muskiz, dónde estaría la línea de evacuación en formato de tendido eléctrico aéreo-, pero todo apunta a que finalmente los molinos serán levantados.
Y eso temen en Elkarrekin Bizkaia: aplauden el contenido y las conclusiones del documento elaborado por los técnicos del Departamento de Sostenibilidad y Medio Ambiente, pero no las tienen todas consigo. Por eso animan a la Diputación Foral de Bizkaia a acudir a los tribunales si finalmente, la central eólica planeada en la comarca de Enkarterri sale adelante, aunque sea con modificaciones y correcciones. Porque las ocho torres proyectadas podrían ser una menos o un par de ellas trasladadas…
La coalición de izquierdas -que ha comparado a esta extensa demarcación geográfica del territorio con la España vaciada- ha sembrado de preguntas la comparecencia de Amaia Antxustegi, quien ha aclarado que el informe foral incluido en los trámites administrativos previos a la redacción del proyecto y la evaluación de una declaración de impacto ambiental por parte del Gobierno vasco, “hace difícilmente compatible” dicha instalación con el desarrollo ambiental y paisajístico de la zona afectada.
Principalmente, ha concretado la diputada de Sostenibilidad y Medio Natural, por albergar ecosistemas vitales para la supervivencia del alimoche, por ejemplo, y de una planta: el torvisco de los Pirineos. Preguntada por “hasta dónde quieren llegar para hacer valer el informe técnico”, Antxustegi ha insistido en que el informe “es claro y muy detallado. Estamos a favor de la energía renovable, pero analizamos cada proyecto. Deben cumplirse una serie de garantías”, ha zanjado.