Del Río insiste en rescatar el Samur y Casanova habla del sector primario

La campaña electoral funciona en ocasiones como un arrastrero en el que se confunde la línea de actualidad de asuntos y promesas. Es el caso del Samur, el servicio de ambulancias municipales que operaba en Bilbao –asunto que ha salido a colación en varios plenos de la pasada legislatura– y que este viernes volvió a salir a la palestra. La última vez, a finales de enero, lo hizo el Grupo Municipal del PP, y este viernes fue el turno de EH Bildu. La candidata a la Alcaldía se comprometió a recuperar este servicio –operado en la actualidad por Osakidetza– ya que en su opinión, la calidad asistencial a la población bilbaina se ha visto reducida.

En concreto, María del Río expresó que “más de la mitad de las salidas de bomberos que requieren intervención sanitaria sufren ya una demora de más de diez minutos respecto a lo que ofrecía el Samur. En una urgencia médica, son muchas las vidas en juego en ese margen de diez minutos”, advirtió durante su acto de campaña, una protesta en defensa de los servicios públicos.

La candidata de la coalición recordó que “otro servicio de salud municipal que el PNV está desmantelando” es el personal de Enfermería y Medicina que atendía directamente y de forma preventiva en las escuelas públicas. “Este ayuntamiento no solo desatiende el mantenimiento de los colegios, sino también la salud del alumnado”, zanjó.

Por eso, la candidata dejó patente la intención de su formación para “recuperar todos los servicios de salud de gestión municipal que el PNV ha cerrado. Y haremos todo lo que esté en manos del Consistorio para que el afán privatizador de Osakidetza deje de poner en riesgo la vida y la salud de los bilbainos”, concluyó, en referencia al anunciado traslado de la Unidad de Cirugía cardiaca de Basurto.

En otro orden de cosas, el candidato a diputado general de Bizkaia se desplazó este viernes hasta Bermeo –donde estos días se celebra la Arrain Azoka– para centrar su discurso de campaña en el sector primario. Las ideas clave volvieron a girar entorno a las palabras sostenibilidad, industria, calidad y soberanía. Conceptos que Iker Casanova resumió planteando la necesidad de dotar a Bizkaia de un Pacto Agroalimentario.

El objetivo del mismo sería “realizar una reflexión compartida sobre el modelo alimentario del territorio y proponer un plan transformador que dignifique el sector primario, impulse la economía local y gestione de forma sostenible un territorio equilibrado. En definitiva, un gran acuerdo que determine unas líneas a seguir en la recuperación de nuestro sector primario, de nuestra pesca, de nuestra agricultura, de nuestra ganadería, y de un sector agro forestal sostenible”, enfatizó.

Asimismo, Casanova recordó que esta misma semana se ha conseguido un acuerdo para la mejora de los controles y la trazabilidad de los productos de pesca importados de terceros países. “Seguiremos trabajando en esta línea porque, en los últimos cuarenta años el sector primario, impulsado por las políticas europeas y locales, ha ido perdiendo peso”, zanjó el aspirante a presidir la institución foral.

Durante el acto político organizado este viernes, EH Bildu se mostró partidario de “aprovechar las potencialidades que tenemos trabajando en colaboración con los agentes económicos y sociales”. “Apostamos por la soberanía alimentaria y apoyaremos a los productores locales para asegurar un futuro alimentario”, destacaron. Desde la coalición también apuntaron que “es necesario avanzar en la investigación y en la innovación e impulsar una industria avanzada y sostenible, porque solo así se pueden crear puestos de trabajo de mayor calidad. Nos comprometemos a tomar medidas para revitalizar la zona”, telegrafió Casanova.

Por último, aprovechando la Arrain azoka, desde la coalición reivindicaron unas condiciones laborales dignas para todas las mujeres que trabajan en las conserveras y en resto el sector de la pesca. “No es ninguna casualidad que los sectores más feminizados sean los sectores menos valorados”, añadieron al tiempo que insistieron en exteriorizar su reconocimiento a la labor de estos sectores feminizados “porque, sin su trabajo, nada hubiese sido igual”.