El sueño de la Primera Iberdrola deberá esperar, al menos, hasta la próxima temporada para un Osasuna que dice adiós a la élite de la manera más cruel posible, al caer goleado en Barcelona (5-2) ante un Barcelona B que ya en el último mes también creó problemas al Levante las Planas y Espanyol, equipos con los que las rojillas se jugaban el ascenso.
Sin embargo, la derrota ante el filial culé, la victoria del Levante a domicilio, y la remontada del Espanyol ante el colista, deja la clasificación con Osasuna en tercera posición, a dos puntos del segundo clasificado, el conjunto perico, y a tres del líder. Casualmente, Levante y Espanyol se enfrentan en la última jornada, por lo que cualquiera de los tres resultados implican que uno de los dos suba a Primera Iberdrola y que Osasuna, en el mejor de los casos, finalice la temporada en segunda posición, lo que sí que supondría el ascenso a esa Segunda División.
Así las cosas, el primer equipo de Osasuna se queda con ese ascenso a Segunda División, abriendo la puerta de la Reto Iberdrola al filial, que sube de Primera Nacional, mientras que el tercer equipo de la estructura se encuentra de lleno en la pelea por conseguir su pertinente ascenso.