Denuncian a la propietaria de los cines de Megapark y Artea por prohibir el acceso con palomitas y bebidas de fuera

Algunos espectadores no conciben ir al cine sin compañía, pero de la que ofrecen un cubo de palomitas y un refresco en cada lado de la butaca. Por mucho que se diga que los verdaderos cinéfilos no comen mientras se deleitan ante la gran pantalla, lo de masticar es un gesto repetido dentro de las salas.

Refrescos, agua, palomitas, gominolas... El punto de venta de lo que se consuma quedaba al gusto de quien lo fuera a consumir. Hasta ahora.

Los cines propiedad de Yelmo Films en Bizkaia, las salas ubicadas tanto en Megapark y Artea, prohíben desde el pasado fin de semana el acceso de comida y bebida adquirida en el exterior. A estos dos espacios se añadieron los cines del Boulevard de Gasteiz. Es decir, sus clientes deben comprar en el establecimiento o bar de la misma empresa.

Así lo avisa un cartel expuesto en el recinto sobre el que se puede leer que “la compañía no permite el acceso a estas instalaciones con alimentos y/o bebidas adquiridas fuera de YELMO, reservándose por tanto el derecho de admisión”.

Esta empresa se “ampara” en el artículo 51.3 del Decreto 17/2019, que regula el derecho de admisión en Espectáculos, Públicos y Actividades Recreativas en Euskadi:

Denuncia ante Kontsumobide

“Se está realizando una interpretación interesada y errónea de este decreto”, sentencian fuentes de la Asociación de Personas Consumidoras y Usuarias Vasca EKA/ACUB. Este organismo justifica que podría permitirse o limitarse entrar a las salas con comida o bebida de “forma general, pero no supeditada a su adquisición dentro de las propias instalaciones”. Es decir, tal y como aclara esta asociación no puede imponerse el “mis palomitas sí pero las tuyas no”. Además, para esta organización la medida llega en un momento de apogeo taquillero debido a la presencia de Avatar: The Way of Water en la cartelera.

Por este motivo, la EKA/ACUB ha interpuesto una denuncia administrativa ante Kontsumobide. “Entendemos que se está limitando abiertamente la elección del consumidor hasta para traer el agua de su casa”, explican.

Este organismo anima a los y las espectadoras que acudan a estas salas a poner una hoja de reclamaciones. Añaden que esta práctica "es ilegal, y tiene carácter abusivo".