Las asociaciones Yesa+no y Río Aragón denuncian que “el llenado del embalse recrecido sólo podría hacerse sin garantías de seguridad y poniendo en riesgo la vida de miles de personas”. En un comunicado, la entidad asegura que “así se desprende de una atenta lectura del informe elaborado por el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos (CICCP), donde se plantea continuar la obra con algo similar al método de ensayo y error y presuponiendo la reversibilidad de posibles incidencias futuras”.
Las dos asociaciones consideran que las conclusiones del informe, ocultado durante más de un año y medio, son tan claras como preocupantes. “La ladera presenta movimientos variables, pero no se ha podido aclarar si se mueve de forma monolítica o si la masa deslizada se ha fragmentado en bloques en su desplazamiento. Dada la incertidumbre sobre los factores que influyen en la inestabilidad, ha resultado muy difícil demostrar que las condiciones actuales queden por encima de un factor de seguridad aceptable”, aseguran.
Además, denuncian que “los técnicos avalan la obra, pero sin ningún tipo de garantías de seguridad, cambiando por primera vez en 21 años las condiciones de continuidad de la obra”.
“Llegados a este punto, corresponde a los representantes políticos tomar decisiones al respecto. Consideramos que la solución propuesta es inaceptable por lo que conlleva de riesgo para la vida de personas aguas abajo de la presa. Quien ponga su firma para avanzar obras en estos términos asociará su nombre, para siempre, a un posible accidente catastrófico en el futuro. Por ello, consideramos gravísimo asumir este planteamiento y estamos dispuestos a llegar hasta donde sea necesario para garantizar la racionalidad y la seguridad de los vecinos del territorio, frente a cualquier interés detrás de la obra”, concluyen.