Amurrio ha vuelto a conseguir este lunes que el Día de la Virgen tenga el realce que la patrona se merece, pese a coincidir con el txupinazo de la vecina Laudio.
A ello no solo ha contribuido la ciudadanía amurrioarra, que ataviada con sus mejores galas ha salido en masa a la calle para demostrar fidelidad a sus fiestas, sino también las importantes citas deportivas que han animado el centro urbano.
Se ha tratado, por un lado, de la disputa del LXVII gran premio de ciclismo Circuito Aiala, Memorial Daniel Albizua y puntuable para el campeonato de Álava, al que estaban convocados 178 corredores de las categorías elite y sub 23, que han tenido que encarar un circuito de en torno a 125 kilómetros en siete vueltas.
Y, por otro, de una más que completa exhibición de deporte rural en la plaza San Antón. No en vano, se trataba de la liga de campeones Hacha de oro, que ha enfrentado a los aizkolaris guipuzcoanos Basozabal y Suharri en cinco modalidades de corte de troncos.
Entre troncos y piedras
La competición, en la que se ha impuesto el de Donostia, se ha visto complementada con una muestra de levantamiento de piedra, a cargo del campeón de Euskadi en esta modalidad, el harrijasotzaile de Zarautz, Jokin Eizmendi, así como de Nerea Zumeta y Ane Zunzunegi, que han demostrado que en Euskal Herria lo de levantar peso también es cosa de mujeres.
Por su parte, en la etapa ciclista ha ganado Xabier Berasategi, del Laboral Kutxa, seguido de Rodrigo Álvarez del Gomur y Aimar Etxeberria del Caja Rural. El mismo equipo que se ha hecho con el premio de la montaña, en la persona del joven etíope Mulu, y también el de mejor escuadra; el mejor corredor local ha sido Oier Aldama, del Aiarabike Electroalavesa.
Pasacalles de gigantes
Otros que han tenido su papel protagonista han sido la pareja de gigantes Mariaka y Marigabon que, acompañada por gaiteros, trikitilaris y su séquito de cabezudos, han efectuado vistosos pasacalles durante toda la mañana.
El primero de ellos ha sido el que ha acompañado a las autoridades a cumplir con la patrona en su templo, aunque a la salida han sido los y las dantzaris de Aiara Dantza Taldea quienes les han tomado el relevo en cuanto animación, con la interpretación del agurra o el aurresku de honor a las puertas de la iglesia.
De regreso, tampoco ha faltado el baile de la pareja más alta del pueblo a los pies de las escalinatas de entrada a la Casa Consistorial, donde iba a tener lugar el tradicional discurso festivo del día grande de las fiestas por parte del alcalde, Txerra Molinuevo.
Fiel a su palabra, ha sido tan escueto que se ha saltado cualquier protocolo oficial. Y es que al evento ha asistido una nutrida representación foral, con el propio Ramiro González a la cabeza, y entre el público también se encontraban la exalcaldesa, Josune Irabien, o los presidentes de las Juntas Administrativas de Saratxo, Lourdes Cuadra, y Tertanga, Alberto Quincoces, a quienes ha sorprendido bastante la intervención, y el hecho de que no diera la palabra a ningún cargo público, pero sí a los protagonistas de las fiestas: las Cuadrillas.
“ "Este año se notan las ganas, hace mucho que no se veía la plaza tan llena en un txupinazo" Txerra Molinuevo - Alcalde de Amurrio ”
De hecho, Molinuevo se ha limitado a trasladar su sensación respecto a las fiestas que, por cierto, coincide de pleno con el sentir generalizado de todos los corrillos del pueblo: “este año se notan las ganas, hace mucho que no se veía la plaza tan llena en un txupinazo, y lo mismo está pasando en los conciertos, las sesiones de Dj, las citas gastronómicas… y, por todos los rincones, gracias, por encima de todo, a las cuadrillas, que habéis salido a saco y dando un ambiente brutal. La kalejira del sábado fue digna de ver”, ha resaltado Molinuevo para, acto seguido, ceder el turno de intervención a los representantes de las fiestas, “porque yo solo puedo aportar lo que se ve de día, pero vosotras y vosotros estáis viviéndolo todo: el día y la noche”, ha espetado.
Cansados pero contentos
El guante lo recogió Xabier Egia Arriola de la Cuadrilla Txabolakoak que, con la voz característica de unas cuantas gaupasas, aseguró estar “cansados pero contentos, porque se trata de unas fiestas muy especiales, de alta participación y estamos todos y todas a tope y lo que queda”. Desde las filas de El Boli, Irune Díaz Hernández, añadió que “no ha habido nada chungo, y estamos muy a gusto, de verdad, gracias por hacer estas fiestas”. En este caso, fue Nuria López, la concejala de Fiestas, la que saltó: “Gracias a vosotros y vosotras, habremos tenido que capear algún que otro toro para sacar todo el programa adelante, pero se de buena tinta que estáis esforzándoos a más no poder para arrastrar al resto, ayer en la ofrenda floral a la patrona se notó. Estuvistéis a la altura”, subrayó.
Con todo, el alcalde –antes de convidar a todos los presentes a una copa de txakoli y unos pintxos– sí se acordó de la persona que más trabaja en fiestas, la técnica del área: Kontxesi Elejalde. “Un aplauso para ella, por favor, ella es la que está pendiente de que todo salga bien estos días. A ver si nos respeta el tiempo el desfile de carrozas, y que acabe todo bien”, espetó, arrancando vítores sinceros de miembros de Cuadrillas, vecinos y representantes políticos. Y es que, por previsión y aunque los baserritarras lo estén implorando, ya se han tenido que dar varios cambios de emplazamiento, en la comida de cuadrillas y el segundo de los parques infantiles, por miedo a que llueva.
De momento, ayer tampoco ni gota, por lo que se pudo disfrutar, ya en la franja vespertina, del tradicional alarde de danzas vascas con Aiara Dantza Taldea, de la obra de teatro de calle Bidearen amaieran de Hortzmuga, de una verbena camp con la orquesta Galea y de un concierto folk con Neomak; mientras en el txosnagune del parque, que hoy martes se dará un descanso, hicieron hueco al movimiento Gure Esku Dago y al pueblo saharaui con una haima, y abordaron el tradicional desafío Subida al Babio sin oxígeno, en el que se escalaron cajas de bebidas varias con animación musical de mano de Dj Marauri.
La jornada de hoy estará dedicada al otro patrón de la villa, San Roke, en cuyas campas está previsto celebrarse el tradicional concurso de aurresku y jotas y la exposición de ganado, en la que se harán apuestas para ver quien acierta el peso de un novillo. Ya a la noche tendrá lugar el desfile de carrozas de las cuadrillas festivas.