"Hay que confiar en este grupo". Fue la contundente y optimista reflexión de Luis García Plaza una vez que su equipo había derrotado al Málaga el pasado sábado y dado un paso capital al frente para acabar esta liga primero o segundo y así no prolongar más la temporada. Concienciados los protagonistas, confiada está la ciudad. Vitoria se ha engalanado para que este sábado (21 horas) llegue el paso definitivo, que solo se conseguirá, sin tener que depender de terceros, si se vence en el estadio de Gran Canaria ante la Unión Deportiva Las Palmas.
Cerca de medio millar de seguidores albiazules van a arropar a su equipo en el feudo insular para arrebatar la privilegiada posición que ahora mismo ocupa y amargar la fiesta ante los suyos a un rival al que le vale incluso el empate. Uno de sus principales peligros sobre el verde, el talentoso y veterano Jonathan Viera, advierte que "enfrente hay un gran equipo, pero lo tenemos ahí y no podemos fallar". Todo parece a favor de obra para los entrenados por García Pimienta teniendo en cuenta que se ahorran viajar y van a contar con el masivo apoyo de la grada, pero ahí va a estar el Deportivo Alavés.
A por el sexto ascenso
La semana se ha hecho tan intensa como larga, y llega el momento de plasmar el trabajo realizado en Ibaia. La sufrida 'semifinal', así la calificó el técnico madrileño ante los descendidos costasoleños, fue una muestra de madurez más por parte de un colectivo que sabe lo mucho que hay en juego y que, de cara a la 'final', va intentar aprovechar la primera oportunidad sin tener que esperar a la segunda y última. Una 'final' sin prórroga ni penaltis. Nada que especular. A cara o cruz. Todo o nada. Si es todo, la gloria. Si es nada, reponerse del golpe y seguir sin tiempo para lamentaciones.
A las primeras de cambio, sin esperar a más, el alavesismo quiere regresar al paraíso perdido hace apenas doce meses. Lo que significaría el sexto ascenso a lo largo de la centenaria historia del club, y al menos la presencia en Primera de su decimoctava temporada, tras los logrados en 1930 -duró dos años-, 1954 -otros dos-, 1998 –cinco y la etapa más exitosa, con la inolvidable final de Dortmund-, 2005 –solo una, la de Piterman- y 2016 –la más larga, seis-.
Eibar, ganar para ser tercero
Por su parte, y a la misma hora, bien diferente es el reto propuesto por la SD Eibar para esta jornada liguera final. Nueve seguidas sin ser capaz de ganar le han obligado a despedirse de toda opción de subir directamente, por lo que el cortoplacismo, por segundo año consecutivo, ha desaparecido, y toca pensar en jugar otros dos partidos, y si todo va bien, de otros dos y definitivos. El choque a jugarse en El Alcoraz ante el Huesca del Cuco Ziganda va a marcar el puesto final en la tabla para ambos.
En el caso de los armeros, que en el peor de los supuestos va a quedar quintos porque el Albacete no le va a alcanzar, pelean por ser terceros, que acarrearía contar con la ventaja del factor campo en las dos eliminatorias. Si se concluye cuarto, en principio solo la primera. Ventaja pero nada más que teórica, porque el sexto últimamente, y como ejemplo el más reciente del Girona precisamente ante el Eibar, ha venido siendo el más listo de la clase. Para el cuadro aragonés sustancialmente menor, sí, pero también tienen su incidencia clasificatoria, y en consecuencia, la económica. Ahora mismo decimoquinto, ganando puede acabar undécimo, y perdiendo puede ser decimoctavo, esto es, el último peldaño que evita el trayecto a la Primera RFEF.