Lejos quedan aquellos años de vino y rosas con títulos europeos para el balonmano guipuzcoano y el navarro. Pero un derbi entre Bidasoa Irún y Anaitasuna, como sucesor de aquel inolvidable San Antonio, siempre es un derbi y lo que conlleva. El atractivo de los puntos en juego cuenta con el factor añadido de la sana rivalidad en las gradas. Artaleku es escenario este sábado (19 horas) del primer capítulo a vivir durante este curso entre irundarras e iruindarras.
Octava jornada de la Liga ASOBAL y apreturas clasificatorias entre ambos, y consiguientemente, necesidades, porque el potencial de unos y otros debe llevarles a cotas superiores. Tras caer en Logroño (39-33) y ante el Puente Genil (28-29), el séptimo recibe la visita del octavo, y únicamente con un punto de distancia.
“ Artaleku puede resultar factor determinante ”
Con las ausencias de los lesionados Víctor Rodríguez, Rodrigo Salinas y Ander Ugarte, el técnico asturiano Jacobo Cuétara espera un choque cerrado en el que el apoyo de la afición puede decantar la balanza. "Puede haber cierto nerviosismo y hay que intentar tener el control en los parciales. En principio se prevé un partido muy igualado, y Artaleku puede resultar un factor determinante. Está habiendo mucho ambiente, están apretando a los rivales, y en un partido así puede sumarnos un punto a nosotros y restarle otro a Anaitasuna".
“ Queremos invertir la tendencia de los últimos años ”
Por su parte, el entrenador del Anaita, Quique Domínguez, es consciente de que, con sus hombres más frescos al no jugar entre semana, la dificultad de este envite siempre esperado que se le resiste más de la cuenta. "Ya sabemos el nivel que tiene Bidasoa, asentado en la zona alta y compitiendo Europa Es una de las salidas más difíciles. Hemos hecho muy buenos partidos tanto en Irún como en Iruñea, muy parejos y con enorme intensidad, y siempre han caído de su lado. A ver si somos capaces este año de invertir esa tendencia. En nuestro animo está, otra cosa es que seamos capaces de hacerlo".