“La incidencia del cáncer de piel no melanoma ha ido en aumento en los últimos años, en parte por el mayor número de diagnósticos y por el envejecimiento de la población”, afirma la doctora Ángela Estenaga Pérez de Albéniz, del servicio de Dermatología del Hospital Universitario de Navarra (HUN). Este servicio ha operado en el último año “a 2.500 pacientes por cáncer de piel, sumando melanoma y no melanoma”. No obstante, aclara que la cifra total de casos tratados en la Comunidad Foral será mayor, ya que “es frecuente intervenir varios tumores a la misma persona, algunos pacientes se operan en otros departamentos –por la localización de las lesiones o su extensión– y algunos que son muy superficiales se tratan con métodos no quirúrgicos (crioterapia, tratamientos tópicos, terapia fotodinámica, etc)”.
La doctora Estenaga destaca que la incidencia del cáncer de piel se ha incrementado en todo el mundo: “El carcinoma basocelular es el tumor maligno más frecuente en humanos –la incidencia en Navarra es de 1.680 casos nuevos al año–. El segundo es el carcinoma epidermoide –más agresivo y con unos 253 casos nuevos al año– y, después, está el melanoma, que es menos frecuente pero como tiene un pronóstico tan malo es más conocido. Afecta a población más joven, aunque también hay un tipo que afecta a los mayores”.
Preguntada por qué teniendo en cuenta que es uno de los cánceres más frecuentes no estamos muy concienciados, la especialista considera que “se le ha quitado siempre importancia a la piel en general y, en especial, al carcinoma basocelular”, el cual “no mata, pero tiene un alto impacto en la calidad de vida, porque necesitas cirugías para curarlo”. Tras comentar que la mayoría de estas intervenciones son efectivas, expone que “hay veces que son más agresivos y nos cuesta mucho tiempo, varias operaciones o múltiples tratamientos, curarlos y en los casos más desgraciados la cirugía no lo logra. Debemos recurrir a nuevas terapias, tratamientos dirigidos a carcinoma basocelular metastásico o localmente avanzado irresecable, y en general son pacientes que tienen una gran alteración de la calidad de vida, ya sea por el tumor o por los efectos del tratamiento, que puede tolerarse mal”.
Dos tipos de melanoma
La dermatóloga destaca que en Navarra se diagnostican “unos 63 casos nuevos de melanoma al año”. Respecto a esta patología –cuya incidencia se ha triplicado en los últimos 50 años en el mundo–, explica que “hay dos tipos: uno relacionado con la exposición solar crónica, que sería por ejemplo el caso de un agricultor, y otro relacionado con la exposición solar intermitente o vacacional”. La experta, que recuerda que la tendencia de irse de vacaciones al sol surgió en los años 60, señala que se cree que esta es la causa de que “hayan aumentado algunos tipos de melanoma”.
Respecto a las novedades en el tratamiento del cáncer de piel, la doctora Estenaga sostiene que gracias a que hay muchas líneas de investigación “cada año surgen nuevas terapias que van siendo probadas y que algunas ya podemos utilizar. Por ejemplo, para el carcinoma basocelular avanzado sí tenemos opciones; para el carcinoma epidermoide avanzado, hay opciones aprobadas que no estamos pudiendo financiar por cuestiones de gestión pero sí se pueden poner en el Estado para otras indicaciones; y para el melanoma, cada vez hay más opciones, sobre todo en la línea de la inmunoterapia, porque es un tumor muy inmunógeno”.
De hecho, refiere que “mientras hace 20-30 años la única posibilidad para el melanoma metastásico era la quimioterapia y los resultados eran pobres, ahora hay resultados bastante prometedores con terapias dirigidas e inmunoterapia”.
Guía para detectar un cáncer de piel.
Por todo ello, reivindica la importancia de protegerse la piel del sol.