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Navarra

¿Derribar o rehabilitar Autobuses? Los arquitectos hablan

El plan del II Ensanche abre la puerta al derribo de la Antigua Estación para sustituirla por un edificio “emblemático y singular”. ¿Qué opinan los expertos? ¿Autobuses carece de valor arquitectónico? ¿ Derribar o rehabilitar? El debate está servido
La antigua estación de autobuses Pamplona
La antigua estación de autobuses Pamplona

El posible derribo de la antigua estación de autobuses y su sustitución por “un edificio emblemático” ha suscitado una gran polémica en la ciudad.

Las diferentes asociaciones del II Ensanche, vecinos del barrio e incluso ciudadanos han dado su opinión sobre este controvertido asunto.

Pero, ¿qué opinan los arquitectos? ¿la estación carece de valor patrimonial y se debe derribar o hay que rehabilitar el edificio? El debate está servido.

Josecho Vélaz

Derribar la estación en una opción a valorar: no tiene valor arquitectónico

Josecho Vélaz, presidente del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro (COAVN), opina que la antigua estación de autobuses carece de valor arquitectónico y que la demolición es una opción a valorar.

“Los edificios que poseen valor artístico se deben conservar, pero no las cosas viejas, que ni siquiera antiguas”, señala Vélaz, que sí conservaría el reloj donde Enrique Cayuela Medina, secretario del Ayuntamiento de Pamplona en la II República y hermano del expresidente de Osasuna Natalio Cayuela, se escondió seis meses para evitar la represión franquista.

El presidente del Colegio Oficial de Arquitectos reconoce que la estación posee un valor histórico porque forma parte de la “memoria” de Pamplona, pero “las ciudades cambian”, asegura. Vélaz pone como ejemplo el derribo de la antigua plaza de toros de Pamplona, que se ubicó en Carlos III, junto al Gayarre, hasta 1921. “No sé si hay mucha gente que la eche de menos”, subraya.

Vélaz desecha el escenario de la rehabilitación porque “resultaría inviable económicamente o muy gravoso y se perderían oportunidades en un enclave estratégico”, indica. En su opinión, se debería convocar un concurso de arquitectura “con unas bases adecuadas y un jurado competente donde se promuevan los futuros usos del edificio”, incide Vélaz.

Luis Tabuenca

Un edificio cultural o de la Administración foral

Luis Tabuenca, del estudio de arquitectura Tabuenca-Saralegui y asociados, plantea dos alternativas a la antigua estación.

La primera sería construir “un edificio emblemático y singular” destinado a usos culturales como el Centro Botín de Santander o el Pompidou de Malaga.

Su emplazamiento es idóneo. Está en el centro de la ciudad, en el borde del II Ensanche y colindante con amplias zonas libres. Cuenta con una accesibilidad inmejorable, transporte público, aparcamientos subterráneos y una privilegiada posición junto al Baluarte y la Ciudadela. Estas piezas juntas constituirían uno de los mayores atractivos de la futura Pamplona”, adelanta.

La segunda opción consistiría en construir un “importante” edificio de la Administración foral que “concentre toda la actividad dispersa. Los departamentos y servicios están repartidos por edificios, pisos y locales de toda la ciudad con el consiguiente trastorno y despiste del ciudadano, que se ve obligado a enojosos desplazamientos para la realización de cualquier gestión”, critica.

El nuevo edificio, incide, completaría el “triángulo de las responsabilidades y funciones” de la Comunidad Foral en un entorno próximo: la gestión administrativa en Autobuses, el poder legislativo en el Parlamento y la sede del Ejecutivo en el Palacio de Navarra.

Sin embargo, la antigua estación es de propiedad municipal. Como solución, Tabuenca propone un intercambio de edificios entre administraciones: la antigua estación de autobuses por el Departamento de Educación del Gobierno de Navarra.

“Por su carácter monumental, distribución y dimensiones; podría albergar la casi totalidad de la atención administrativa municipal que también está dispersa. Además, se situaría en el mismo centro histórico de los tres antiguos burgos”, explica.

Patxi Chocarro

Un proceso ciudadano que lo lidere el Ayuntamiento de Pamplona

El arquitecto Patxi Chocarro, anterior presidente del COAVN, asegura que la “entidad arquitectónica” de la antigua estación es de “relevancia limitada”.

Por eso, apuesta por un proceso ciudadano y participativo, liderado por el Ayuntamiento de Iruña, que defina los usos del futuro edificio. “Esta manzana es una oportunidad única”, afirma.

Chocarro mantendría los usos actuales de la planta baja –Geltoki y parque infantil– y añadiría una sala de exposiciones multiusos. En las plantas superiores, pondría un espacio para talleres, una sala de danzas, una biblioteca, una residencia pública de estudiantes y apartamentos para personas mayores.

Roberto Urtasun

Rehabilitar viviendas en “condiciones inaceptables”

Por otro lado, los arquitectos que defienden la rehabilitación. Roberto Urtasun, arquitecto por la Universidad de Navarra y antiguo presidente de COAVN, aboga por reconstruir el edificio.

“La ubicación de la manzana, en el centro de Pamplona, desata la imaginación de algunas propuestas de futuro que olvidan la importancia de mantener el uso de vivienda para evitar la terciarización del II Ensanche”, alerta Roberto.

La antigua estación alberga 66 viviendas, repartidas en 10 portales, de propiedad municipal. En la actualidad, 20 están alquiladas y ocho acogen servicios del Ayuntamiento.

El resto de viviendas, 36, están vacías. “Están en condiciones inaceptables. Se deben rehabilitar respetando las alturas y fachadas”, asegura.

Luis Tena

Co-housing ,co-living o alquiler social para jóvenes

Luis Tena, de TZarquitectos, también mantendría el uso residencial de la antigua estación. “Deben ser viviendas sociales y de alquiler para jóvenes, co-housing o co-living”, subraya.

Tena apuesta por rehabilitar el edificio y realizaría diferentes acciones: construiría un patio interior más amplio y luminoso, reduciría el tráfico rodado en la plaza de la Paz y facilitaría la conexión peatonal entre el Baluarte y la Ciudadela. Este proyecto, señala, se debería encargar a “expertos en no tirar lo que no hace falta tirar”.

Raúl Montero

Intereses económicos de hosteleros e inversores

Para Raúl Montero, de RUE arquitectos, el derribo de la antigua estación supondría “un borrado de la memoria colectiva” que se uniría a otras “nefastas situaciones” como las “lamentables desapariciones” de los cines Carlos III y el antiguo Bar Cinema o las “operaciones” de Salesianos y Maristas.

“A cambio, hemos obtenido otro tipo de edificaciones, con mayor o menor valor arquitectónico, que se han levantado a favor de unos pocos inversores, hosteleros y turistas. Estos intereses meramente económicos fomentan la aparición de una ciudad anodina en contra de sus habitantes”, critica Raúl.

Por eso, apuesta por rehabilitar el edificio: “Hay que poner en valor lo existente sin renunciar a nuevos estándares de calidad”. Raúl destaca los “elementos singulares” del edificio –marquesinas, pórticos o el reloj– y su programa híbrido –estación y viviendas–, “que son los que confieren mayor duración a los edificios”.

Sara Velásquez

Una Tabakelera y un centro para menores de 12 a 16 años

Por último, también hay arquitectos que no se decantan por ninguna de las dos opciones.

“Para Pamplona, las posibilidades son infinitamente mayores con un solar limpio que si se mantiene el edificio actual. Pero antes de demoler hay que intentar aprovechar lo existente. Estamos en la era de reciclar. Lo nuevo no es siempre mejor”, reflexiona Sara Velásquez, de Varquitectos.

Velásquez aprovecharía la rehabilitación o el derribo para sustituir el actual parque infantil por un centro cívico al estilo Tabakalera de Donosti.

“Veo ese interior tan gris, que casi sigo oliendo los tubos de escape de los autobuses. Una explanada en una nave oscura no es un lugar de estancia. Hace falta un nuevo espacio de reunión y uso libre”, defiende Velásquez.

El parque infantil, de más de 1.500 m2, alberga juegos, atracciones, columpios, un rocódromo, mesas de ping pong o futbolines para txikis a partir de tres años.

La Tabakalera pamplonesa contaría con un espacio de encuentro renovado para los menores de 12 a 16 años.

“Son edades en las que ya empiezan a salir pero no pueden entrar a bares ni discotecas. Me da pena ver a chavalines sacándose fotos en los vestuarios de las tiendas de ropa o de botellón por la Ciudadela”, lamenta.

2023-02-12T15:28:03+01:00
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