Los cambios que plantea el Gobierno para promover la asignación de vacantes laborales de difícil ocupación no van a suponer, en principio, la vía de acceso a una regularización masiva de inmigrantes. Organizaciones de apoyo a estos colectivos llevan años reclamando un proceso de este tipo e incluso uno de los miembros del Ejecutivo de coalición, Podemos, abogó en 2020, tras la irrupción de la crisis sanitaria derivada de la pandemia del coronavirus, por retomar esta estrategia, pero el PSOE la descartó.
A raíz del nuevo borrador elaborado desde el Ministerio de José Luis Escrivá, Podemos ha lanzado de nuevo una petición a los socialistas, a la que se ha sumado también el grupo parlamentario de ERC en el Congreso de los Diputados. No obstante, el ministro ha insistido esta semana en la Cámara Baja en que "no habrán regularizaciones masivas", defendiendo un modelo de migración circular que sirva para atender los desafíos que se le plantean a la economía española por el envejecimiento de la población, la transición ecológica y la digitalización, con cada vez más dificultades para atraer personal a ocupaciones menos atractivas y con cualificaciones bajas.
Hasta el año 2006, fecha del último gran proceso de este tipo en España, el Estado había regularizado a un total de 1.146.970 inmigrantes desde 1985, en seis procesos. En concreto, 147.316 se regularizaron en los años 1985-1986, 1991 y 1992, en la época de Felipe González como presidente del Gobierno; 479.484 en 1996, 2000 y 2001, con José María Aznar; y 577.923 en el proceso emprendido con Zapatero en La Moncloa. El borrador que maneja el Ejecutivo permitirá trabajar a los estudiantes extranjeros y simplificar las exigencias para trabajar por cuenta ajena. Entre los objetivos está también contar con un Catálogo de Ocupaciones de Difícil Cobertura que permita una fotografía más exacta de las necesidades del mercado de trabajo. El año pasado se concedieron por razones de arraigo laboral 5.902 autorizaciones y por arraigo social 47.877, a las que se suman 19.051 por arraigo familiar.