Hace unos días fue el diputado general de Álava, Ramiro González, quien, al comienzo de un nuevo curso político y al ser preguntado por su reacción ante el blindaje que se planteó con la exclusividad de la pertenencia de los vitivinicultores del Rioja, tuvo que señalar el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada (DOC) Rioja “no puede estar permanentemente haciendo oídos sordos” a las demandas de “diferenciación de los vinos en su seno”.
Para González no se entiende que se establezca un mecanismo que “impide la pertenencia a dos denominaciones diferentes, cuando es sabido que eso se está produciendo hoy, ya que dentro de ese espacio conviven la Denominación de Origen Calificada Rioja y la Denominación Cava”.
Desde su punto de vista, como no parece que la decisión adoptada la semana pasada vaya a afectar a la Denominación Cava, parece que está pensada “con carácter exclusivo para desanimar a aquellas bodegas que puedan tener la tentación de irse a Viñedos de Álava”.
En su opinión, con la aprobación de este medida, la forma de actuar del Consejo Regulador no es “la manera más adecuada de dar respuesta a la situación en la que se encuentra el sector” que, “cada vez más, demanda más diferenciación y no solo en Rioja Alavesa, también en la comunidad de La Rioja”.
Por ello, lo más razonable es “dar cabida a las aspiraciones” de mayor calidad y diferenciación dentro de la DOC, trabajando en la línea que se propone “de manera muy razonable” en la proposición no de ley presentada en el Congreso de los Diputados o abriendo un modelo de denominaciones de origen dentro de la Denominación Rioja.
Las mismas posturas fueron defendidas otra vez, poco después, tanto en la Fiesta de la Vendimia de Rioja Alavesa por el diputado general como por el senador Juan Carlos Medina. Para el primero, el Consejo Regulador no puede estar permanentemente adoptando medidas para “taponar” las demandas de las bodegas de mayor diferenciación y tiene que darse cuenta de que tiene una “oportunidad de oro para fortalecer la marca Rioja y el prestigio de los vinos, a partir de la diferenciación” de los caldos.
En las calles de Lanciego, el máximo responsable del ejecutivo alavés recordaba que en los últimos años se están dando pasos para avanzar hacia “un modelo de Denominación Rioja Alavesa”, una opción que, según ha dicho, “es lo mejor para el futuro”. Sin embargo, aunque dijo que la última palabra la tiene el Gobierno central, lo cierto es que el ministro de Agricultura volvió a insistir en la unicidad de la Denominación. Esa fue la postura que se trasladó al senador del PNV cuando Medina reclamó la intervención del Gobierno central para rechazar la exclusividad aprobada por el Consejo Regulador.
A las declaraciones se volvió a sumar la presidenta de La Rioja, Concha Andreu, en el discurso del Día de la Región. La política defendió, en el discurso institucional del Pisado de la Uva, la unidad de la Denominación de Origen Calificada Rioja “que nos ha hecho fuertes y distintos y nos ha hecho absolutamente inconfundibles en el escenario vitivinícola”. Ha reiterado, asimismo, que de esa unidad depende “la originalidad de cada vino nuestro”, a la vez que pedía que en este tema “nadie se engañe, ni confunda a nadie”.
Desconcentración
Para el responsable foral de Agricultura, Eduardo Aguinaco, la postura que defiende la Diputación Foral de Álava “y la hemos comentado en muchas ocasiones, la última el diputado general en el Pleno de Política General”, es que, para empezar, “hay una demanda, una reclamación por parte de los viticultores y de las pequeñas bodegas de Rioja Alavesa, que son el tejido social que también nos identifica: un tejido social de pequeños productores y de pequeñas bodegas que tienen en la viticultura la forma principal de vida, de buscar un marco formal de diferenciación, dentro del ámbito de la Denominación de Origen Calificada Rioja”.
Se trata de una fórmula “que permita mediante una desconcentración de los órganos de gestión, de forma compartida y acordada con la Denominación de Origen, con el Consejo Regulador, el poder definir una serie de criterios o de condiciones que permitan reflejar desde el punto de vista productivo y también desde un punto de vista comercial y de promoción la identidad de los vinos de Rioja Alavesa y de las uvas de Rioja Alavesa”.
Aguinaco se preguntaba que “¿en qué se basa esa diferenciación, esa identidad, esa forma de gestión que creo que es importante?”. Y lo centraba “en los suelos”. Y explicaba que “estamos hablando que Rioja Alavesa tiene unos suelos que son, y todo el mundo lo reconoce, de los mejores del mundo para producir uvas y elaborar vinos de calidad”. A ese factor añadía “las condiciones climáticas y físicas de la comarca, el conocimiento de los agricultores, la propia tradición y tejido social. No hay que olvidar que aquí se cultiva viñedo desde hace siglos y que no hay alternativa a este cultivo”.
Con esos valores “no es una postura que reclamemos desde un punto de vista administrativo o porque somos riojanoalaveses, sino que entendemos que es un marco que, de forma acordada y de forma compartida, puede ser útil para otras zonas que reúnan una serie de condiciones diferenciadoras, y, repito por suelo, por clima, por modelo productivo y modelo comercial, en el marco de una Denominación de 63.000 hectáreas”.
El diputado reflexionaba que “hay también otros modelos productivos que creo que no están correctamente reflejados actualmente en el funcionamiento y el reglamento del Consejo Regulador y que opino que habría que darle esa oportunidad para oír y para evitar esa homogeneidad que, como Denominación y como marca, tiene la DO Rioja”. Y sintetizaba que “lo que se pretende es apostar por la calidad y por el valor, ya que lo que se intenta con esta propuesta de desconcentrar los órganos de gestión es realizar una apuesta por la exigencia, por la calidad y por aportar valor, que es un valor para la marca Rioja, para contribuir desde Rioja Alavesa o a desarrollar e impulsar la marca Rioja”.
A estas razones se suman otras de carácter económico: “Históricamente se han pagado mejor las uvas de Rioja Alavesa que otras uvas. Y se hacen uvas también muy buenas en todo el ámbito de la Denominación. No quiero decir con eso que no haya uvas excelente en otras comarcas de la Denominación de Origen Rioja. Y lo contrario. No todas las uvas de Rioja Alavesa, por ser de Rioja Alavesa son las mejores. Eso va de la mano, también, del trabajo y del buen hacer de los agricultores”. En cualquier caso afirmaba que “pero sí que tenemos condiciones objetivas, creo que eso lo reconoce todo el mundo, desde el campo –porque el vino empieza en el campo– y ahora hay una vuelta de la mirada al campo, para hacer vinos de relevancia y de renombre internacional”.
Precisamente por esa razón, Aguinaco destacaba que “eso lo tenemos que tratar de impulsar, porque en el modelo actual, de una gran homogeneidad, donde prácticamente los identifican y se diferencian zonas vitícolas, ni por comarcas ni por parcelas, hace que, aparentemente, a los ojos del consumidor, 63.000 hectáreas sean todos lo mismo. Y no es el caso”.
Un derecho del empresario
Por su parte, Inés Baigorri, gerente de ABRA, entidad impulsora de Viñedos de Álava respondía a la pregunta de que además del lícito derecho a plantear alternativas de crecimiento o desarrollo, ¿cómo se puede argumentar la necesidad de canalizar la diferenciación, bien a través de Viñedos de Álava o de otras alternativas que planteen los empresarios o sus organizaciones? Para Baigorri “cualquier empresario viticultor o vitivinicultor tiene derecho a gestionar su empresa como considere más conveniente, utilizando para ello todas las herramientas legales a su alcance”.
Desde su punto de vista, “las figuras de calidad son marcas muy interesantes para demostrar el origen del producto dando fe de sus procesos de control, generando confianza en el consumidor”. Y, en este caso concreto, “para un producto como es el vino, la búsqueda de diferenciación en valor dentro de una marca colectiva es positiva: poner en valor la parte por el todo para que este sea más fuerte”.
A ello se suma la situación actual del negocio, por ello considera que “teniendo en cuenta el enfoque en una sola dirección de negocios del Rioja que ha arrastrado durante años empobreciendo a gran parte del sector vitivinícola y también a nuestra comarca, ahora es más necesario que nunca generar ámbitos de diferenciación de uno u otro tipo, con un enfoque nuevo, para levantar el sector reposicionar nuestros vinos y generar bienestar para todos” . Y para lograrlo se hacen necesarios “ámbitos que aporten importancia a nuestras uvas, consiguiendo se paguen como se merecen. Unos ámbitos y alternativas que no son nuevos; son fórmulas que ya existían mejoradas en sus actuales desarrollos”.
Como es conocido en la historia del Rioja, este nació con una configuración, se modificó para hacerla Calificada y se volvió a modificar varias veces en cuestiones puntuales (viñedos singulares, vino espumoso…). Por ello se preguntan por los problemas que puede haber para asumir un modelo como el de Burdeos.
Inés Baigorri comenta que “desde ABRA siempre estamos abiertos a estudiar cualquier ámbito de mejora en la DOC. Recordemos que fue gracias a nuestra Asociación que hoy contamos con los vinos de zona y municipio; un primer paso en un enfoque de diferenciación fundamental hoy en día para comenzar a posicionarnos adecuadamente en los mercados del vino”.
Es evidente que los cambios en la Denominación, “el generar un modelo similar de aplicación en la DOC Rioja, llevaría un largo camino de cambios legislativos, estatales y europeos, además de cambiar los nombres protegidos”. Por ello plantea que “lo definitivo para su materialización sería el interés de que así fuese en el seno de la Interprofesional de Rioja”. Pero, “hasta la fecha, no se ha visto dicho interés ni nadie ha planteado algo así”.
Reacciones
La cuestión es que cualquier paso genera reacciones de calado, en ocasiones de gran virulencia. En ese sentido, Eduardo Aguinaco considera que “este debate hay que sacarlo de los medios de comunicación porque muchas veces se dan mensajes en los que hay valoraciones que escapan al núcleo del asunto”.
Explica que “esta es una propuesta que surge de una mayoría social, y en este caso hablo como Rioja Alavesa y como voz representativa de Álava, de la mayoría de los operadores de Rioja Alavesa que aquí actúan, tanto agricultores como también bodegas de tamaño mediano, pequeño, pero también puede ser una propuesta interesante para bodegas grandes u otras zonas que se puede articular en otras zonas”.
El error es sacarlo como se hace y por ello opina que “hay que sacarlo del debate político, del debate partidista, del debate administrativo y centrarlo en un debate social y empresarial, porque quien se está jugando el futuro no son los Territorios, sino fundamentalmente los viticultores y las bodegas. Y allí es donde hay que llevar el debate”.
Más restrictiva se muestra Inés Baigorri, que es de la opinión de que “en temas que afectan exclusivamente a nuestro territorio únicamente deberían tener palabra nuestras instituciones, no las de otras CCAA. Cada uno en su casa y Dios en la de todos”.