En el ámbito gastronómico, un simple acompañante puede ser determinante a la hora de disfrutar de un plato. No es lo mismo disfrutar una hamburguesa sin patatas fritas o aros de cebolla. Ni tampoco un pulpo sin patatas cocidas. Al fin y al cabo, añadir una especia, un condimento, un producto e incluso una salsa dan al resultado final un toque nuevo que afecta tanto al sabor como a la textura.
Respecto a esta última, existen una gran variedad en los supermercados que únicamente necesitan ser esparcidos por encima del plato. Pero en caso de querer ir un paso más allá, están aquellas que se elaboran de forma casera con una serie de ingredientes.
Y Karlos Arguiñano apuesta siempre por aquellas que aporten gran sabor y sean de sencilla elaboración. Por este motivo, ha presentado una salsa picante con solo tres ingredientes que se tarda muy poco tiempo en preparar y es ideal para acompañar carnes a la parrilla, marisco, perritos calientes, gyozas o patatas fritas, entre otros muchos platos.
Ingredientes
Uno de los puntos fuertes de esta deliciosa salsa está en los ingredientes, ya que son muy pocos. Para preparar la salsa solo se necesitan ocho cucharadas de salsa de tomate (en caso de ser casera, el sabor va a ser superior), 50 gramos de mantequilla, una cucharada de salsa sriracha, sal y perejil picado.
Elaboración
Al contar con muy pocos ingredientes, esta salsa picante también es de receta sencilla. Para ello, hay que poner a calentar una sartén sobre fuego medio y vertir la salsa de tomate. Mientras se calienta, conviene ir removiendo poco a poco con una cuchara de madera o una espátula. De esta forma, se evita que se queme o se agarre al fondo.
Una vez caliente, hay que añadir la salsa sriracha y remover de nuevo. Después es el turno de la mantequilla, la cual hay que esperar a que se derrita y mezclar. En cuanto se vuelva homogénea y de textura suave, solo queda añadir el perejil picado y la sal y volver a mezclar.
Conservación de la salsa
En cuanto a conservar la salsa sobrante tras un uso, la forma ideal para hacerlo es guardándolo en la nevera en un recipiente hermético. De esta forma, se puede mantener intacto durante cinco días. Lo que hay que tener en cuenta es que debido a la presencia de la mantequilla el producto se va a volver algo sólido. Por este motivo es importante calentarlo un poco antes de consumirlo.

Alimentos frescos y cocinados en tuppers en el interior de la nevera.
Otras variantes
Finalmente, pero no por ello menos importante, está el hecho de que esta salsa cuenta con múltiples variables que se pueden adaptar a los gustos de los comensales. Por ejemplo, para aquellas personas que busquen cuidar su línea y no quieran consumir mantequilla, pueden sustituir este producto por aceite de oliva virgen extra. En el caso de los veganos, también se puede intercambiar por margarina vegetal, aceite de coco refinado o leche de coco reducida.
Además de la mantequilla, el perejil se puede cambiar por un diente de ajo picado y salteado, comino o cilantro. Y en cuanto a la salsa sriracha, se puede usar cayena u otras salsas picantes como tabasco o pasta de chile rojo.
Hay que tener en cuenta que cada uno de estos cambios va a hacer que el sabor y textura que queden en la salsa van a variar. Eso sí, el resultado siempre va a ser excelente. Por lo tanto, prueba a utilizar este tipo de salsas en tus platos para darles un toque diferente.