El Museo Paleontológico de Castilla-La Mancha ha sido el escenario de la puesta de largo del Qunkasaura pintiquiniestra, la nueva especie de dinosaurio gigante del Cretácico Superior que vivió en Lo Hueco, en en el término municipal de Fuentes (provincia de Cuenca), hace 75 millones de años. Este es el segundo dinosaurio descrito hasta el momento en Lo Hueco.
El paleontólogo Francisco Ortega ha recordado que el origen de Lo Hueco se remonta al año 2007, cuando apareció una montaña de huesos en las obras del AVE de la que, casi veinte años después, sigue sacándose información, ya que "estamos probablemente ante el yacimiento más numeroso y con más calidad de restos de todo el Cretácico Superior Europeo" y está aportando información muy valiosa de los últimos ecosistemas de los dinosaurios.
En Lo Hueco han aparecido principalmente tortugas, cocodrilos y saurópodos, "los últimos gigantes que habitaron el planeta, la mayoría de ellos eran desconocidos hasta ahora y lo que están haciendo los investigadores es ubicarlos en la historia, como se ha hecho con este Qunkasaura que ha sido descrito ahora".
Una cola diferente
Ortega ha explicado que ya eran conscientes de la importancia de los restos de este dinosaurio, por lo que ya tenía su espacio en el Museo Paleontológico antes incluso de que fuera identificado.
"Sabíamos que tenía una cola "que no reconocíamos en ningún otro animal del resto del mundo y que tenía características, tanto ecológicas como de parentesco distintas".
Así, este paleontólogo señala que tras estudiarlo durante algunos años, se ha llegado a la conclusión de que hay aquí, en Europa, y en Lo Hueco particularmente, un representante de un linaje de titanosaurios asiáticos, que indican que, además de los titanosaurios que vivieron en el archipiélago europeo durante el Cretáceo Superior, "tenemos entradas de grupos de inmigrantes que no conocíamos, y que además consiguieron convivir en el mismo momento y en el mismo lugar, en algunos lugares de la Península como Lo Hueco".
Por lo tanto, este Qunkasaura formaría parte de este linaje de inmigrantes de origen asiático, un animal "que constituye uno de los esqueletos de titanosaurio más completos que se conocen en el Cretácico Superior Europeo".
El ejemplar descrito pudo medir unos 20 metros de longitud y debió pesar unas quince toneladas.
Lohuecosauria
La presencia de los dos linajes de titanosaurio identificados en Lo Hueco ha permitido establecer un nuevo grupo de dinosaurios para el que han propuesto el nombre de Lohuecosauria.
Ortega ha explicado que dentro de los huesos que están en estudio hay cuatro tipos de saurópodos.
Hasta el momento han identificado al Lohuecotitan y a Qunkasaura y junto a ellos "hay uno que creemos que no podemos asignar a ninguno de los dos y otro que no sabemos bien si es una variante, un diformismo sexual".
Por otro lado, paleontólogo ha comentado que Lo Hueco está permitiendo comprender "los ecosistemas del planeta en un momento muy inestable, se han derretido los polos, el nivel del mar ha subido mucho, hay un efecto invernadero provocado por gases que se producen derivados de volcanes en erupción durante millones de años, se han producido cambios en la circulación de los océano".
"Estamos conociendo cómo eran los ecosistemas previos a la gran crisis que acaba con todos los dinosaurios y comprender cómo reaccionan estos ecosistemas en situaciones de estrés, a veces incluso desapareciendo, nos aporta información para saber cómo se comporta la vida, lo qué ha pasado y qué podemos esperar del futuro".
"Otro bicho en el horno"
Ortega avisa que hay todavía mucho material todavía en Lo Hueco "y tenemos ya algún otro bicho en el horno".
Además, están obteniendo información muy útil de la formación geológica Villalba de la Sierra, que está facilitando la investigación paleontológica en la provincia de Cuenca, y este mismo jueves comienzan a excavar en el embalse de Buendía, con la intención principalmente de obtener datos geoquímicos.