Nuevos indicios descubiertos a raíz de la reinterpretación de distintos útiles del yacimiento guipuzcoano de Usategi sugieren la existencia de una hasta ahora desconocida vía de entrada a la península Ibérica, a través de Euskadi, por la que, entre 25.000 y 20.000 años atrás, el Homo sapiens habría penetrado en nuestro territorio.
Los responsables de este hallazgo, el catedrático de Prehistoria de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) Álvaro Arrizabalaga y el profesor Aitor Calvo, de la Universidad de Erlangen-Núremberg, advierten no obstante de que la nueva vía descubierta habría tenido una "significación menor" que la del corredor de Txingudi, en la actual frontera entre los estados español y francés, que fue el más utilizado por estas poblaciones para internarse en el norte peninsular, una vez superado el río Bidasoa.
Arrizabalaga explica, que lo más habitual era que estas "bandas de cazadores recolectores" siguieran una ruta paralela a la costa hasta llegar al río más occidental de Gipuzkoa, el Deba, que luego utilizarían como "principal corredor norte-sur" para acceder al valle del Ebro.
Por el contrario, quienes emplearon la nueva ruta ahora descubierta habrían actuado movidos por un propósito muy diferente ya que, según el experto de la UPV/EHU, lo que querían era conseguir el sílex de gran calidad de la sierra de Urbasa, al que accedían desde el sur del actual estado francés, como se deduce de la revisión de los útiles hallados en Usategi (Ataun) en los años 70 por el antropólogo José Miguel de Barandiarán.
Se trata, aclara Arrizabalaga, de un yacimiento ubicado en el interior y "relativamente pequeño", una cueva en la que se localizaron unas pocas piezas de sílex y una azagaya isturitziense de hueso "muy poco corriente", de las que sólo se conocen cuatro a este lado de los Pirineos, pero que son más habituales al norte, en la actual Francia, la mayoría de ellas halladas en el yacimiento de Isturitz (que les da nombre), pero también en puntos de Aquitania y el Périgord.
Se da la circunstancia de que una parte del sílex de Usategi también era procedente del norte de los Pirineos, mientras que la otra era de la sierra de Urbasa.
Todos estos datos han llevado ahora a los investigadores a conjeturar que Usategi, fue un "alto de caza". Un lugar que, "de manera muy esporádica", en dos o tres ocasiones, fue ocupado "por muy pocos días" por un grupo reducido de personas que hacía expediciones en busca de sílex en partidas, que también podían ser cinegéticas o de exploración del territorio peninsular, a través de una "ruta secundaria" que atravesaría lo que hoy en día es el puerto de montaña de Belate, en Navarra.
Una hipótesis que plantea en paralelo una curiosa derivada, ya que Usategi es, junto a Altxerri, uno de los dos únicos yacimientos paleolíticos del valle guipuzcoano del río Oria, un punto donde, a diferencia de todos los valles vecinos, existe una llamativa escasez de vestigios arqueológicos conocido por los expertos como el "vacío del Oria".
Al quedar ahora "desvinculado" por esta nueva tesis de "la vía de poblamiento general" que se llevó a cabo a través de Txingudi, el vacío del Oria se queda ahora "más vacío que nunca", describe Arrizabalaga, quien considera que "realmente estamos un poco más huérfanos" de restos paleolíticos en este valle. Una circunstancia que además "hace más misteriosa una incógnita" para la que "faltan explicaciones".