Descubriendo la Sierra de Arrato (Amaritu y Armikelo)

La no tan frecuentada Sierra de Arrato, a escasos diez minutos en coche de Vitoria, nos sorprende por sus excepcionales vistas en 360 grados del Gorbea, la sierra de Badaia, Anboto, las peñas de Atxabal con el Santuario de Oro y la llanada Alavesa.

DATOS PRINCIPALES

· Kilómetros: 10,28

· Desnivel positivo: 434+

· Duración: corriendo 1:20h / Caminar - correr: 1:50h / Senderismo 2:15(+25 min niños)

DESCRIPCIÓN 

A veces nos volvemos locos buscando rutas para hacer en el fin de semana y realmente no nos damos cuenta que cerca de donde vivimos tenemos un montón de opciones para esos días que no disponemos de tanto tiempo para desplazarnos.

En esta ocasión la ruta que proponemos está a escasos 10 minutos en coche del centro de Vitoria. Además, cuenta con la particularidad que no es la típica ruta tan conocida como puede ser Gorbea, Aratz, Ganalto por tratarse de Alava, sino que se trata de una visita a una sierra, la de Arrato, con dos cimas que no tienen nada que envidiar en vistas y paisajes a ninguna de las anteriormente citadas.

La sierra de Arrato se encuentra situada entre la Sierra de Badaia con Ganalto y Oteros como cumbres principales y el macizo del Gorbea por su otra parte. No es una sierra con grandes montañas, pero tanto Amaritu como Armikelo bien merecen una visita o varias para descubrir todo lo que nos tienen que ofertar.

Ponemos el punto de partida en el pequeño núcleo urbano de Artaza de Foronda donde podemos dejar donde termina el asfalto. A partir de aquí ya todo el camino transita por pista o sendero de montaña. Nada más arrancar nuestra excursión llegamos a la iglesia de San Pedro de Artaza. El templo es un pequeño edificio gótico que no destaca a nivel arquitectónico, sino que lo hace por la interesante pinceladura renacentista y barroca que nos muestra en su interior.

San Pedro de Artaza Gonzalo Pérez Zunzunegui

Seguimos nuestro camino por la pista que prácticamente sin ganar altura nos lleva a un pequeño portillo donde tendremos que atravesar por medio de una puerta de madera una verja. Según cruzamos giramos a nuestra derecha obviando la pista que sube enfrente nuestro. Tras superar un par de empinadas cuestas llegamos a un cruce donde tras pasar por otra puerta encaramos directamente la subida a la primera cima del día.

Amaritu espera al fondo Gonzalo Pérez Zunzunegui

Nos introducimos en un bosque de encinas que ocupa grandes extensiones acompañado de quejigos, madroños y arces de Montpellier. Se trata de un tramo muy bonito el cual discurre por un estrecho sendero. Al terminarlo podemos disfrutar ya de las primeras espectaculares vistas de la llanada alavesa con Vitoria y sus montes al fondo.

En mitad de la primera ascensión Gonzalo Pérez Zunzunegui

Toca la última ascensión por pista ancha hasta llegar al buzón de Amaritu (786m) desde donde de nuevo nos deleitamos con la belleza de lo que observan nuestros ojos. Tenemos vista hacia todos los lados, pero sobre todo en este caso lo que nos roba el tiempo son tres cosas. Como no el Gorbea que nos mira desafiante con su loma redondeada y su famosa cruz.

Espectacular estampa desde Amaritu Gonzalo Pérez Zunzunegui

El barranco de Zarandona que parece que corta por medio la sierra dejando Armikelo, Arrato y donde estamos nosotros, Amaritu bien separados. La tercera cuestión que no debemos dejar de ver es la ermita de San Bitor. Situada en la cima de Arratobe aquí se erigía desde el siglo XII el llamado Castillo de Zaitegi, una fortificación relacionada con la defensa del espacio territorial en los límites de los reinos de Navarra y Castilla. Este castillo fue tomado por las tropas de Alfonso VIII en su avance invasor hacia La Llanada. Desde aquel momento hasta el siglo XV, el castillo de Zaitegi no sería abandonado. Ya en el XVI se construyó la ermita aprovechando los restos de la fortificación abandonada.

El barranco de Zarandona y Armikelo al fondo Gonzalo Pérez Zunzunegui

Dejamos ya esta cumbre para poner nuestra mirada en la segunda parada del día que es Armikelo. Descendemos a la izquierda del buzón para llegar a una puerta, que una vez cruzada nos topa con un cruce de pistas. Si fuéramos a la izquierda volveríamos al punto de partida. Puede ser un buen recurso si queremos acortar la salida. En este caso seguimos dirección derecha para ir subiendo poco a poco, con la vista del barranco de Zarandona a nuestra derecha hasta la cima.

Jackie en la cima de Armikelo Gonzalo Pérez Zunzunegui

Armikelo (888m), nos ofrece también unas vistas sin parangón. Por supuesto el macizo del Gorbea con el espectacular Oderiaga al fondo. A nuestra izquierda la sierra de Badaia en la cual algunos con vistas de águila podrán observar Ganalto y su imponente cruz. Y por supuesto las peñas de Atxabal con el Santuario nuestra señora de Oro. Enclavado en el monte junto a las localidades de Bitoriano y Jugo, presenta un doble atractivo: el valor artístico e histórico de un importante lugar de culto del siglo XVI y el valor paisajístico de una privilegiada atalaya que permite observar el valle de Zuia por un lado y la Llanada Alavesa por otro.

Armikelo con Ganalto detras Gonzalo Pérez Zunzunegui

Tras disfrutar de unos momentos para reponer fuerzas y líquidos tomamos el camino de regreso. Al principio simplemente desandamos nuestros pasos hasta que después de la primera bajada fuerte, justo donde el camino hace un giro a izquierda y luego a derecha abandonamos la pista por la que hemos ascendido para tomar un pequeño sendero.

Los árboles nos envuelven Gonzalo Pérez Zunzunegui

El camino nos lleva por este estrecho y a veces sombrío pasaje por el cual vamos descendiendo poco a poco los metros ascendidos en la primera parte de la jornada. Se trata de una bajada que nos tomamos con calma para observar las aves que sobrevuelan el barranco de Oka, que nos separa de la cima de Unda y de la sierra de Badaia. El terreno es cambiante ya que pasamos por tramos estrechos con tierra a zonas más anchas donde la piedra es protagonista.

Bajando de Armikelo Gonzalo Pérez Zunzunegui

Después de otro tramo pequeño de pista nos metemos de lleno en un pequeño bosque de cedros el cual atravesamos para ya por fin salir, al lado de una granja de burros, no está de más cargar con alguna pieza de fruta para obsequiar a estos mansos y amables animales, a la pista que nos conduce de nuevo a la primera puerta que hemos atravesado al inicio de la travesía. Pocos metros después tras pasar nuevamente por la iglesia de San Pedro llegamos al final de la ruta de hoy.

Granja de burros al bajar de Armikelo Gonzalo Pérez Zunzunegui

Terminamos esta sencilla y cercana ruta que además de tener un buen desnivel es idónea para realizar con los más pequeños de la casa. Hay todo tipo de curiosidades a lo largo de todo el trayecto, desde paisajes bucólicos, vegetación muy diversa, vistas excepcionales y como no historia por todos los lados.