La Bou Bizkaia es una trainera acostumbrada a los éxitos. Cada temporada ganar es el objetivo y formar parte de su tripulación requiere estar a un nivel altísimo y preparado para luchar por las banderas. Hacerse con un hueco no es sencillo y los jóvenes que llegan desde abajo tienen que demostrar a las primeras de cambio que están preparados para asumir esa responsabilidad. Uno de esos bogadores que no tardó en dar ese paso fue Iker Portugués (Bermeo, 2000). Llegó desde la B y después de un primer año para conocer de que trataba la competición, se asentó en la embarcación y se convirtió en uno de los fijos. La temporada pasada remó en 16 de las 20 regatas ligueras y este año también va camino de hacer unos números similares. Su esfuerzo además ya ha tenido el mejor de los premios, el de la victoria, y el bermeotarra ya sabe lo que es ondear tres banderas. La de Hondarribia, la de Getaria y la conseguida en la doble jornada de A Coruña.
Portugués está consolidado en la trainera y que aparezca su nombre en las alineaciones hace tiempo que dejó de resultar extraño. Aunque esta es solo su tercera temporada en la élite y el propio bogador bermeotarra no me imaginaba que iba a estar en esta situación: “Entrar en una trainera como la de Bermeo es difícil. El primer año remé dos o tres regatas y el año pasado no me esperaba para nada remar todo lo que remé. Esta temporada pensaba que iba a remar algo menos, pero de momento estoy remando bastante”. Lo afirma consciente de que no hay secretos para llegar ni tampoco para mantenerse. La clave es el trabajo y hasta ahora ha tenido premio. “Al final yo lo que hago es entrenar, hacer lo mío, y luego es el entrenador el que decide a quién pone y a quién no. A mí solo me queda hacer mi trabajo lo mejor posible”, declara.
Portugués es la prueba de que es posible ganarse un hueco en la Bou Bizkaia desde la cantera de Urdaibai. El bermeotarra pasó por todas las etapas previas, remó en categorías inferiores y se forjó en la embarcación B antes de dar el salto definitivo. “Esto es bueno para que los chavales de la cantera vean que es posible. Si entrenas y trabajas tienes la posibilidad de remar aquí, que es algo factible”, afirma el bermeotarra, que ahora también acostumbra a recibir ánimos en el propio pueblo. “Para Bermeo, su trainera significa mucho. Muchas veces los aficionados te paran por la calle para animarte y para picarte un poco, también”, comenta.
El canterano bermeotarra entró en una tripulación consolidada en la élite, con muchos remeros que saben lo que es ganar más de una Corona de la Eusko Label Liga y varias Banderas de La Concha. Sin embargo, la adaptación no fue para nada complicada. “Siempre intentan ayudar y te enseñan. Vienes sin saber nada, ellos lo han ganado todo, saben mucho más que tú y te intentan enseñar”, reconoce. Una entrada sencilla a una trainera que desde pequeño había visto ganarlo todo y de la que ahora forma parte.
Pero Portugués no se quiere conformar con lo conseguido. Son los primeros capítulos de su carrera y ya ha conseguido varias banderas. Ahora quiere dar un paso más y pone el foco en los siguientes grandes retos. “Creo que a como todo remero me gustaría ganar La Concha o una liga. Es lo que más se puede pedir en el remo. También me gustaría mucho ganar en casa, sería algo increíble, y a ver si este año lo conseguimos”, desea. En estos momentos Urdaibai es uno de los candidatos a lograr todos esos retos. Los bermeotarras son líderes con tres puntos de ventaja sobre Hondarribia en este tramo final de la temporada. “Al principio nos costó, pero estamos bien. Vamos mejorando. No está todo hecho porque todavía quedan seis regatas y tres puntos se pueden ir en un fin de semana”, apunta. Una mínima ventaja, un pequeño colchón que sirve para que Portugués tenga la oportunidad de tachar otro de sus sueños en el remo en una trayectoria que le ha permitido conocer el dulce sabor de la victoria ya en sus primeros años.