La naturaleza no deja de sorprender. Uno de los motivos que confirman dicha afirmación es la longevidad de varios de los animales que forman el reino animal. Desde medusas inmortales hasta tortugas centenarias, estos animales desafían el concepto del envejecimiento biológico de forma sorprendente.
El hecho de poder vivir una incesante cantidad de años, en comparación con el ser humano, se ha desarrollado a través de la evolución de cada especie a través del tiempo. A continuación, exploraremos los animales más longevos, ordenados de mayor a menor esperanza de vida, y los factores que les permiten vivir durante tanto tiempo.
Medusa inmortal (Turritopsis dohrnii)
La medusa inmortal es un caso único en el mundo animal, ya que esta pequeña criatura marina tiene la capacidad de revertir su envejecimiento, lo que en teoría la hace "biológicamente inmortal". Cuando enfrenta lesiones o condiciones ambientales peligrosas para ella, la medusa puede transformar sus células adultas en células juveniles y reiniciar su ciclo de vida. Aunque en realidad no son completamente inmortales, ya que suelen sucumbir a depredadores o enfermedades, su capacidad para regenerarse indefinidamente ha sido lo que ha llamado la atención de muchos científicos.
Esponja antártica (Anoxycalyx joubini)
La esponja antártica es el animal más longevo que se conoce, con una vida que puede superar los 10.000 años. Estas esponjas habitan las frías aguas del océano antártico, y su lento ritmo de crecimiento, debido a las bajas temperaturas, es una de las razones por las que logran alcanzar esta increíble edad. Pese a ser organismos simples, han desarrollado una capacidad extraordinaria para resistir las condiciones extremas del océano profundo.
Almeja de Islandia (Arctica islandica)
Las almejas de Islandia son moluscos que pueden vivir más de 500 años. El espécimen más viejo registrado, llamado Ming, vivió 507 años antes de ser capturado en el 2006. Estas almejas habitan en las profundidades del océano Atlántico Norte, donde las bajas temperaturas contribuyen a su lento metabolismo, uno de los factores clave en su longevidad.
Tiburón de Groenlandia (Somniosus microcephalus)
El tiburón de Groenlandia es el vertebrado más longevo conocido, con una esperanza de vida que puede superar los 400 años, e incluso se han registrado individuos que podrían haber vivido hasta 500 años. Este tiburón habita, al igual que el anterior caso, en las aguas frías del Atlántico Norte y el Ártico. Su metabolismo extremadamente lento hacen que su madurez sea alcanzada tras pasar 150 años.
Ballena de Groenlandia (Balaena mysticetus)
La ballena de Groenlandia es una de las especies de mamíferos más longevas. Estos gigantes del Ártico pueden vivir más de 200 años, ya que se registró un ejemplar de 211 años. La adaptación a las frías aguas polares y un metabolismo bajo parecen ser los principales factores detrás de su larga vida. La capacidad de regenerar partes del cuerpo, como la piel, y su bajo ritmo de crecimiento también juegan un papel en su resistencia al envejecimiento.
Erizo rojo de mar (Strongylocentrotus franciscanus)
El erizo rojo de mar, que habita las costas del Pacífico de América del Norte, puede vivir más de 200 años. Al igual que otros animales longevos, tienen un metabolismo muy bajo, lo que les permite conservar energía y ralentizar el proceso de envejecimiento. Además, poseen la capacidad de regenerar partes de su cuerpo, lo que les brinda una ventaja evolutiva adicional.
Tortuga de las Islas Galápagos (Chelonoidis niger)
Pese a que muchas personas creen que estos seres son los animales más longevos, realmente no lo son. Las tortugas gigantes de las Islas Galápagos pueden vivir más de 100 años, y algunos individuos han alcanzado los 170. Caracterizadas por su lento crecimiento y metabolismo, no tienen depredadores naturales en su entorno, lo que les permite vivir sin las amenazas habituales a las que se enfrentan otros animales. Harriet, una famosa tortuga recogida supuestamente por Charles Darwin en 1835, vivió hasta los 175 años.
Tortuga de Aldabra (Aldabrachelys gigantea)
Otra especie de tortuga que destaca por su longevidad es la tortuga de Aldabra, que puede vivir más de 150 años. Estas habitan en el atolón de Aldabra en el océano Índico y son muy similares a las de las Galápagos en cuanto a tamaño, forma y esperanza de vida. Jonathan, una famosa tortuga de Aldabra que vive en la isla de Santa Elena, tiene más de 190 años, lo que lo convierte en el animal terrestre vivo más antiguo conocido.
Tortuga de la Isla Pinta (Chelonoidis abingdonii)
La tortuga de la Isla Pinta, cuya subespecie fue famosa gracias a "Lonesome George", también es conocida por su longevidad. Estas tortugas pueden vivir más de 100 años, aunque con la extinción de algunas subespecies, como ocurrió con George, se ha limitado la cantidad de individuos que aún pueden alcanzar este tipo de longevidad. El motivo de su longevidad reside en que viven en la Isla Pinta, es decir, en entornos con pocos depredadores, y que tienen un metabolismo lento.