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Bizkaia

'Desembalaje', la feria que reivindica el arte de dar una segunda vida en el BEC

Este mercadillo itinerante se ha convertido en un referente de del sector de la decoración vintage, las antigüedades y el coleccionismo
La 46 edición de 'Desembalaje' se celebra este fin de semana en el BEC.
La 46 edición de 'Desembalaje' se celebra este fin de semana en el BEC.

Ni se tira a la basura, ni se guarda en un trastero. ¿De qué hablamos? De cualquier cosa. Esta es la gracia de Desembalaje, la feria que acoge el BEC durante este fin de semana y que reivindica el arte de dar una segunda vida (o igual, unas cuantas más) a casi todo lo que se les pueda ocurrir. Este mercadillo itinerante pasa cada año por varias ciudades y ya se ha convertido en un referente del sector de la decoración vintage, la antigüedades y el coleccionismo.

Un álbum de cromos de la abeja Maya, otro de pueblos de Burgos, vajillas, discos de vinilo de Lou Reed o Rocío Jurado (entre otros muchos)... Un total de 60.500 piezas que hacen de este recinto un paraíso para coleccionistas y restauradores, al menos durante dos días.

Aquí nada coge polvo, pero si lo quieren comprobar, atención, que hay muchas cosas que se pueden mirar pero no tocar. Aunque sea difícil hacerlo, son numerosos los carteles que advierten de ello. Entre lo que se puede palpar, la ropa. Nadie ha dicho que la hombrera ni la felpa estaba caducada. Buscando faldas y también tocando faldas largas de variopintos estampados encontramos a Sheila y a Rubén han llegado hasta aquí gracias al chivatazo de una amiga.“A él le gustan mucho los libros antiguos y a mí la época de los años 20 y 30, así que sabíamos que íbamos a encontrar cosas que nos interesasen”, decían. “Me he comprado un espejo de los años 60 y dos polveras de la época”, contaba ella.

La feria Desembalaje reivindica el arte de dar una segunda vida (o igual, unas cuantas más) a casi todo lo que se les pueda ocurrir

Hay quien es previsora y se adelanta al por si acaso. Este ha sido el caso de Sara Feliz, que se ha venido con el carrito de la compra. “Venimos todos los años desde Donosti y, claro, ya tenemos costumbre. Imagínate que te haces con una polea de hierro, eso en una bolsa no cabe”, explica. ¿Qué lleva dentro? Un paragüero de bronce, la polea de hierro citada, unos pendientes y una bola de decoración. “Cada vez que venimos nos dejamos sorprender pero, sobre todo, nos gusta la chatarra”, comentaba entre risas. “Nos gusta darle una segunda vida diferente a algo. Por ejemplo, la polea de hierro la voy a utilizar como una lámpara para la cocina o de un orinal he hecho macetas. Eso me emociona mucho y no me considero restauradora, sino basurera”, mantenía.

Julio viene de Manresa. Entre toda la variedad de cosas, oferta cámaras fotográficas de los años 30 y 40. “¿Con qué me quedaría yo de todo esto? Sin duda con la relojería, es una afición que viene de muchos años y tengo por ahí algún reloj que me daría disgusto venderlo”, reconocía.

A escasos metros de su puesto, se observa una mesa en la que hay sitio para más de cincuenta muñecas. “Esto no es nada con lo que tenemos coleccionado. En las mismas ferias mucha gente se acerca y nos ofrece lo que tiene en casa. Suelen ser casos de personas que han heredado o quieren sacarse un dinero con algo con lo que no saben qué hacer”, detallaba José Antonio Monedero, uno de los responsables de El reino de las muñecas.

Esto último ha dejado ensimismada a Mari Jose. “Estoy mirándolas y me acuerdo de todas las que tenía yo, qué buenos recuerdos. La Mariquita Pérez era una de las muñecas más bonitas y caras que había. También me ha sorprendido mucho ver a Lucas, el novio de la Nancy. Lo único que faltan son las Barriguitas”, rememoraba. “Me hacía mucha gracia que hicieran una feria de antigüedades. Para mí sería preferible que lo hicieran al aire libre, tendría mucho más público y ahí no corres el riesgo de pagar una entrada y luego no llevarte nada”, admitía también mientras se reía

Si se deciden a venir es interesante tener en cuenta que diariamente se realiza un sorteo de un vale de compras de 300 euros para gastar en la próxima edición prevista para los días 4 y 5 de marzo de 2023. El precio de la entrada de un día y un solo acceso es de 6 euros. La feria permanecerá abierta, este sábado, hasta las nueve de la noche mientras que mañana el horario será de diez de la mañana hasta las ocho de la tarde.

2022-11-06T16:21:02+01:00
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