Osasuna se despide de 2021 en una buena situación en la Liga. Estar colocado a estas alturas en la mitad de la clasificación de Primera, con un número apreciable de puntos (22), permite a los rojillos afrontar con optimismo lo que resta de curso. Por aquello de que el final de la primera vuelta sirve como momento para realizar balance, hacer números y echar cuentas, el encuentro de hoy contra el Getafe, el penúltimo de la primera ronda del campeonato, como el último en casa frente al Athletic el primero de 2022, tienen su tono especial. El Getafe es el penúltimo clasificado y es un buen rival para marcar más distancias por abajo y atrapar otros puestos por arriba.
Osasuna hizo un buen partido contra el Barcelona, fue capaz de igualar dos ventajas en contra y, lo principal, enseñó parte del repertorio que guarda y que se había echado en falta en citas anteriores. Intensidad y ambición, es decir, actitud sin y con balón, fueron bienvenidas y esta recuperación es un impulso para mantener. Arrasate cuenta para esta tarde con la importante baja de David García, uno de los mejores defensas de la Liga, y ello incide de entrada en el potencial del grupo. El entrenador se lamentó de su ausencia y también de la de Aridane. En principio, el comodín para estar junto a Unai en el eje de la zaga es Juan Cruz, un jugador que ha ofrecido un plus partiendo desde una posición de desventaja dos laterales izquierdos por delante de él. El técnico confirmó que iba a haber pocos jugadores que repitieran del partido de Copa. La defensa cambiará al completo con Nacho Vidal, Unai, Juan Cruz y Manu Sánchez, regresarán Torró, Moncayola, Barja, Rubén García, Darko y parece seguro que también el Chimy estará en el ataque. Las bajas por covid de Kike García y Budimir le han dejado al técnico sin mucho margen.
El Getafe solo ha perdido uno de los últimos siete partidos de Liga que ha disputado. El resultado será difícil de roer, pero es un buen día para ello.