El descanso es uno de los pilares fundamentales para mantener una vida saludable. Aunque muchas veces se priorizan la alimentación y el ejercicio, la calidad del sueño es igual de importante para el bienestar físico y mental. En Japón, donde la vida moderna convive con antiguas tradiciones, se han desarrollado una serie de hábitos que ayudan a mejorar la calidad del descanso.
Estos hábitos, basados en prácticas milenarias, no solo mejoran la rutina del sueño, sino que también tienen un impacto positivo en la salud general. A continuación, se detallan cinco de estos hábitos que pueden ayudar a dormir mejor y descansar más profundamente, y otros trucos que los japoneses aplican en su vida cotidiana.
Cinco hábitos japoneses para un mejor descanso
1. Irse a dormir temprano
Uno de los principales hábitos japoneses para mejorar el sueño es acostarse temprano. En Japón, se acostumbra a ir a la cama entre las 10 y las 11 de la noche, lo que permite cumplir con el rango recomendado de 7 a 9 horas de descanso. Este hábito no solo asegura que el cuerpo pueda recuperar energía, sino que también establece una rutina constante que ayuda a regular el reloj biológico.
Dormir las horas necesarias se traduce en un mejor estado de alerta y mayor capacidad de concentración al día siguiente. Además, respetar una hora fija para acostarse y levantarse crea un ritmo circadiano estable, lo que favorece la calidad del sueño.
2. Cenar ligero, preferiblemente una sopa
La alimentación juega un papel clave en la calidad del sueño, y los japoneses han incorporado sopas ligeras, como la sopa de miso, en su cena diaria. Esta sopa, hecha a partir de soja fermentada, es rica en probióticos y tiene propiedades calmantes para el sistema digestivo, lo que la convierte en una opción ideal antes de dormir.
En Japón, la cena suele ser una comida ligera, lo que evita la pesadez estomacal que puede dificultar el sueño. Optar por una sopa o alimentos de fácil digestión antes de acostarse ayuda a mejorar la calidad del descanso, evitando que el cuerpo trabaje en exceso durante la digestión.
3. Darse un baño relajante antes de dormir
El "ofuro", como se conoce en Japón, es un baño relajante que se suele tomar antes de ir a dormir. Esta práctica consiste en sumergirse en agua caliente, a la que se pueden añadir sales aromáticas para potenciar la relajación. El baño tiene una duración de entre 10 y 20 minutos y su objetivo principal es relajar los músculos y mejorar la circulación sanguínea, preparándote física y mentalmente para el descanso nocturno. Al elevar la temperatura del cuerpo, el "ofuro" induce un estado de relajación profunda que facilita conciliar el sueño. Este hábito también tiene beneficios para la piel y el sistema circulatorio.
4. Echar una siesta durante el día
En Japón, es común hacer una pequeña siesta durante el día para recargar energías. Esta práctica se conoce como "inumeri" y consiste en un breve descanso de entre 20 minutos y una hora, dependiendo de las necesidades de cada persona.
Esta siesta no solo revitaliza el cuerpo, sino que también calma la mente, lo que reduce el estrés y mejora el rendimiento cognitivo. Aunque se toma durante el día, este descanso ligero favorece una mejor calidad de sueño nocturno, ya que permite liberar la tensión acumulada y evitar llegar al final del día excesivamente agotado.
5. Dormir un mínimo de 7 horas
Uno de los hábitos más importantes en la rutina del sueño japonesa es respetar el tiempo de descanso necesario. Los expertos recomiendan dormir entre 7 y 9 horas diarias para asegurar una recuperación física y mental completa. En Japón, se valora mucho la importancia de estas horas de sueño, ya que permiten optimizar la energía y la concentración al día siguiente.
Dormir menos de 7 horas de manera recurrente puede llevar a un deterioro en la salud, afectando el sistema inmunológico, el rendimiento cognitivo e incluso el estado de ánimo. Por eso, los japoneses priorizan este hábito como parte fundamental de una vida equilibrada.