La Guardia Civil ha detenido en Cádiz a la subdirectora de una sucursal bancaria como presunta autora de una estafa de un total de 1.733.050 euros a clientes de la entidad, por lo que se le imputan los supuestos delitos de estafa bancaria, falsedad documental y usurpación de identidad.
Según detalla la Guardia Civil en una nota de prensa, hay un total de 277 clientes de la entidad afectados por la estafa mediante transferencias y contrataciones fraudulentas de seguros, préstamos, tarjetas, depósitos a plazos y otros productos financieros.
La detenida aprovechaba la relación de confianza que sus clientes, en su mayoría personas mayores con escasos conocimientos financieros, que depositaban sus ahorros para que ella los manejara.
Los investigadores contaron con la plena colaboración de la entidad bancaria para el esclarecimiento de los hechos y la devolución del dinero a los afectados, que ya ha restituido más de 1,5 millones de euros.
La investigación, bautizada como operación Beaker, comenzó en enero, cuando se recibió una denuncia en la Guardia Civil de Chiclana de la Frontera (Cádiz), en la que un hombre mayor relataba como su amiga de toda la vida y subdirectora de su sucursal habría autorizado en su nombre una transferencia de 25.000 euros a la cuenta de un desconocido y que, tras percatarse de ello gracias a un familiar, la subdirectora mediante llamada telefónica le ofrecía la posibilidad de devolverle el dinero en efectivo y en persona a cambio de no comentar lo sucedido con otros empleados de la sucursal.
Por tal motivo, los agentes iniciaron una investigación donde se puso de manifiesto que los perjudicados por la actuación de la sospechosa eran una multitud de personas de edad avanzada, con buena posición económica y escasa cultura financiera. La investigación ha determinado que hay 277 perjudicados por una estafa de 1.733.050 euros.
Para tomar las declaraciones a los perjudicados, los agentes se tuvieron que desplazar a numerosas localidades, muchas de ellas fuera de la provincia, ya que la investigada llevaba repitiendo esta conducta al menos desde 2013, y muchos de los afectados ya no residían en la zona.
La Guardia Civil resalta que tras realizar la correspondiente investigación patrimonial de la detenida, los agentes determinaron que esta persona había comercializado con productos, autorizado operaciones de fondos de inversión, depósitos a plazos a cambio de inexistentes productos de regalo, cargos de seguros de inexistentes vehículos o préstamos personales sin justificación de motivo, todo ello para obtener un prestigio y reconocimiento profesional ya que a lo sumo le reportaban una mejora de su salario en forma de bonificaciones.
Tras tomar manifestación a la sospechosa, esta manifestó que la responsabilidad no era de ella y que los responsables eran el personal de la oficina bancaria, por lo que los agentes tuvieron que realizar auditorías internas y otras operaciones entre las que incluían pruebas caligráficas dando como resultado la detención de la autora.
La operación ha sido llevada a cabo por el equipo de Delitos Económicos de la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de Cádiz.