La Guardia Civil ha detenido a una pareja, un hombre y una mujer, a los que se les imputan al menos 93 robos en iglesias de 82 localidades, la mayoría en Cantabria pero también en Asturias y Palencia, en las que se llevaban el dinero recaudado en los cepillos y diversos objetos.
La delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones, ha informado de los detalles de la Operación Sanandrés junto al obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge, y el responsable de la Guardia Civil en la región, Antonio Orantos, en una rueda de prensa en la que han mostrado los 140 objetos procedentes de iglesias que se les intervinieron durante su detención el pasado 26 de abril.
La pareja, de 41 y 45 años, residente en Villacarriedo (Cantabria), buscaba templos alejados de núcleos urbanos y usaba hasta cuatro vehículos diferentes "para eludir la acción de la Guardia Civil", ha explicado Quiñones.
El objetivo principal de los robos era el dinero y en uno de ellos, el sufrido en el Santuario de Valvanuz en Cantabria, se sustrajeron 1.000 euros procedentes de los donativos del belén navideño.
La delegada del Gobierno ha detallado que se les imputan 88 robos en 77 localidades de Cantabria; 4 hechos en 4 localidades de Asturias y uno en Palencia.
Se llevaron otros objetos eclesiásticos, presumiblemente para su posterior venta, como iconografías, llaves, pianos, radios, altavoces o incluso las sillas de las iglesias, todo ello sin mucho valor en el mercado.
También imágenes, estuches con óleos, pequeños cofres con llaves de los sagrarios, relicarios porta oleas, llaves de templos dos bases de madera tallada para los féretros, así como "gran cantidad de monedas de pequeño valor de las colectas y limosneros de las iglesias".
Según la investigación policial, la mujer era quien realizaba un estudio previo de los templos que posteriormente eran asaltados, "en los que se causaron daños de consideración".
Además, la Guardia Civil sospechaba que, ante el inicio del Año Jubilar Lebaniego en el monasterio de Santo Toribio, con el aumento de peregrinos y donativos en las iglesias situadas a lo largo de este camino, podían aumentar nuevamente los robos.
El operativo dispuesto para la seguridad del Camino Lebaniego permitió que durante una noche una patrulla diera el alto al vehículo sospechoso en la localidad de Tama, en Cantabria.
Días más tarde, en la localidad cántabra de Quijas otra patrulla de Guardia Civil identificó a la misma pareja llevando en el vehículo herramientas similares a las de Tama.
Con todas las pruebas y ante la sospecha del inicio de una nueva oleada de robos en iglesias se dispuso un operativo que permitió identificar al sospechoso conduciendo un vehículo en el que ocultaba herramientas que podían ser utilizadas para robar y un visor nocturno, tras lo que fue detenido.
Seguidamente y en su domicilio de Villacarriedo se detuvo a la mujer, realizándose posteriormente un registro de la vivienda y donde los agentes encontraron gran cantidad de efectos procedentes de los robos.