En Euskadi tenemos una buena cantera de actores y actrices. Y pisando fuerte llega Koldo Olabarri (Bilbao, 1992), que presenta ahora Bellas artes, la serie original Movistar Plus+ de Gastón Duprat y Mariano Cohn, que se estrenó completa el 11 de abril y en la que comparte proyecto con Oscar Martínez, Ana Wagener, Dani Rovira o José Sacristán entre otros. A lo largo de seis episodios de 30 minutos cada uno, esta comedia explorará a través de una serie de historias y personajes la gestión de un museo de arte contemporáneo, mientras muestra “un reflejo descarnado de la sociedad y permite reflexionar acerca de los problemas y las contradicciones del mundo actual”, explican desde Movistar.
Ahora se ha embarcado en este nuevo proyecto. ¿De dónde nace esa pasión por la interpretación?
Me gusta desde pequeño. De alguna manera sentía que de todas las extraescolares que había en la ikastola ninguna me llamaba especialmente, con ninguna conectaba, y siempre he sentido que tenía una necesidad de crear algo que tuviese que ver con el arte, con poder expresarme. Ahí llegó el teatro y desde pequeño me apunté a una escuela y hasta hoy. Ha sido mi gran pasión de toda la vida.
También hemos podido verle en Intimidad, Ane, Altsasu... Incluso en Competencia oficial con Penélope Cruz y Antonio Banderas. Cada experiencia única lo va moldeando como actor, ¿no?
Totalmente. Al final, en cada proyecto cuentas una historia diferente, te hace ponerte en una piel diferente, y cada uno de ellos te va construyendo.
Además del equipo, ¿hay algo que se lleve de todas ellas?
Me llevo en general la generosidad que hay en la profesión. Sobre todo cuando muchas veces los actores tenemos apariciones más esporádicas, que no eres el centro del proyecto, siempre hay gente que te recoge y te hace sentirte a gusto y te hace sentir que eres, aunque vayas tres días o diez, que tu granito de arena es igual de importante que el resto. Me llevo que es un trabajo de equipo y que necesitamos de todos para que todo salga adelante.
Ahora, en Bellas artes, ha aportado un gran granito de arena. ¿Cómo ha sido sumergirse en el mundo del arte y hacerlo en la piel de un comisario?
Ha sido intenso. Porque yo personalmente no estaba muy familiarizado con el mundo de los museos, de las obras de arte... Ha sido un gran aprendizaje, y he tenido la suerte de que a los directores ya les conocía y que saben mucho. Tener a una persona que hace los guiones que de cerca te cuenta su experiencia y te revela cómo es estar en esa piel, te ayuda mucho.
Ha estado muy bien acompañado. También encontramos en la serie a Dani Rovira, Aitziber Garmendia... ¿Cómo es el trabajo en equipo?
Ha sido muy guay, porque cada día iba conociendo a un actor diferente. Me ha pasado un poco lo que no me había pasado hasta ahora, que he hecho más teatro. En audiovisual siempre iba como de poquito a poquito, y este ha sido el primer proyecto en el que he estado desde el primer día hasta el último. Cada día que pasaba iba conociendo a un actor nuevo, y ha sido muy gratificante sobre todo conocer a gente que yo ya admiraba, que había visto trabajar. Es ir cumpliendo sueños.
Ahora que se ha adentrado de lleno en este mundo de la cultura, ¿qué nos puede contar del mundo del arte actual? ¿Hay algo que le haya sorprendido especialmente?
Lo que me llevo que he aprendido en Bellas artes es que hay más cosas que una obra de arte. La serie es todo lo que hay detrás, todo lo que lleva a que un artista pueda exponer o no, por qué algo triunfa y algo no. Detrás de una obra y de un artista hay muchos factores. Yo creo que cuando vaya a ver un museo voy a verlo desde otro sitio.
Los rodajes obligan también a pasar largo tiempo fuera de casa. ¿Hay algo que eche especialmente de menos cuando está fuera?
Creo que salir de casa siempre está bien, porque te hace desconectar de lo tuyo y te hace concentrarte más. De haber salido de casa me quedo con que me hace estar cien por cien concentrado en el trabajo que esté haciendo. Pero también es verdad que como en casa uno no está en ningún sitio. Cuando ruedas fuera no conoces a tanta gente, lugares... Sí que echo de menos tener mi hogar, estar en mi casa con mis cosas.
Su mundo ahora es el mundo del arte. ¿Nos recomienda algún museo?
Está un poco lejos, pero me gusta mucho el Museo de la Academia de Venecia. Ese museo es especial, porque allí me dieron la noticia de que yo estaba en la serie. Me lo llevo con especial cariño.
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Después de esto, ¿se queda con ganas de más temporadas de Bellas artes?
Claro. Es una serie que creo que da para poder seguir. En cada capítulo se presenta una obra de arte diferente con situaciones diferentes, y creo que hay muchas historias que poder contar. Ojalá guste la serie y podamos continuar, claro.