UNO entra en la oscuridad de los 1.200 metros cuadrados que ocupan el Deusto Expo Center y se da de bruces con un rojo sangre que le quema el alma, como si el arte candente de Oscar F. Vega te forjase por dentro una espada que te alcanza. El autor de The Red Gernika se encerró hace tres años y durante tres semanas en un estudio de grandes dimensiones preso de un ambicioso propósito: pintar "un Guernica", pero totalmente reinterpretado, y en los colores habituales de su obra, rojo y negro, en vez de blanco y negro como el Guernica de Picasso. Nació así este Guernica Rojo, de 3,5 x 7,7 metros (las mismas dimensiones que la icónica obra del artista malagueño, símbolo del antibelicismo y de la paz...)que constituye la pieza central de la exposición. Pero lo que Oscar Vega no intuía por aquel entonces es que detrás de esta pintura le seguirían una treintena de obras, como él explica, "por la senda del Guernica".
Desde ayer pueden disfrutarse todas juntas en una excepcional exposición, por su rareza, por su fuerza expresiva y por su contenido, que aglutina óleos de gran formato, grandes y sorprendentes esculturas en materia plástica, misteriosas pantallas con frases para la reflexión (son creaciones sobre planchas de metacrilato rojo de las que iba a desprenderse Zara...) y una instalación audiovisual inmersiva por la que el visitante puede adentrarse físicamente en el imaginario del autor. Todo el conjunto sobrecoge de lo lindo.
El objetivo de esta exposición es no olvidar, trabajar la memoria de grandes acontecimientos bélicos y sus dirigentes, que han marcado nuestra Historia. Inicia el recorrido con un vídeo introductorio sobre el Guernica de Picasso y sobre el Guernica Rojo, antesala de la Sala de las Esculturas, donde aparecen dos esculturas de gran tamaño (3 metros de alto...) My mothers heart tree y el Shark Sebastian tree, (un tiburón asaeteado que impone...) que quieren hacer un guiño al árbol de Guernica. Las raíces de la historia.
En la tercera sala aparecen los rostros de los once Illuminatis, como los denomina el pintor, y, a su conjunto, la "galería de las vanidades". Son retratos de personajes históricos, todos ellos implicados en secuencias bélicas o dictaduras que han desangrado, a juicio del pintor, el devenir humano: Hitler, Idi Amin, Mao Zedong, Stalin, Franco, Mussolini, Mao Zedong, Pinochet y otros muchos, acompañados por el perfil del instinto asesino, un despiadado afán.
La gran Amapola Roja, en laberíntica espiral,es una instalación de notables proporciones –9 metros de diámetro– que quizá beba del misterioso ancestro arquitectónico de Stonehenge. Aparece como el escudo que protege al Guernica Rojo de Oscar en cuya contemplación puede regodearse el visitante al encontrar el único lugar en el que sentarse durante el todo recorrido. A un lado uno puede contemplar una creación que recuerda Iwo Jima y en el centro de la sala una araña roja que protege latas de Coca Cola, una metáfora de otra forma de conquista.
Por todo ese espacio original y único se movieron ayer los asistentes, guiados por Alicia Tamayo. Entre ellos e encontraban la diputada de Cultura, Lorea Bilbao; el concejal del mismo ramo, Gonzalo Olabarria, Begoña de Ibarra, Sylvie Lagneaux, Beatriz Marcos; Julia Diéguez e Ignacio Aguirre, de Deusto Bizirik, Manuel Angulo; Jorge Aio y Olga Zulueta en nombre de Bilbao Centro, Esmeralda Herlo, Víctor Rodríguez, emisario de la bodega 220 cántaros que regó la inauguración; Alicia Pastor, Virginia Tamayo, José Antonio Alonso, Yolanda Díaz, con el codo en cabestrillo; Montse Llamas, Andrea Velas, Iratxe Momoitio, Borja Epalza, Gonzalo Estefanía y un puñadito de gente que acudió a la puesta e largo de una muestra que nos acompañará hasta octubre.
Deusto Expo Center presenta la singular exposición 'The Red Gernika', cargado de provocaciones
El arista Oscar F. Vega reinterpretó un 'Guernica en rojo' como pieza central de una muestra, rodeada por cerca de 30 obras