Euskadi no está formada solo por las personas que residen dentro de sus límites geográficos. También es cada persona vasca, o de origen vasco, que vive en cualquier otro país. Y en un pueblo como el nuestro, con un importante movimiento migratorio en las últimas décadas, y siglos, eso significa hablar de decenas de países.
Rincones como Boise, la capital y ciudad principal del estado de Idaho, con 200.000 habitantes, muchos de ellos con raíces vascas. Tantos que el censo de este estado permite a los ciudadanos identificarse como vascos en lo referente a su ascendencia.
Boise cuenta con una manzana entera de la ciudad dedicada a la cultura vasca, restaurantes con productos y platos típicos del País Vasco, frontones y hasta un colegio que ofrece educación en euskera a los más jóvenes.
Además, una vez cada 5 años celebra el Jaialdi para celebrar las raíces vascas del territorio debido a los pastores que llegaron a principios del siglo XX a este lugar. Un evento que reúne a más de 40.000 asistentes.
Casi 200 Euskal Etxeak y federaciones
Las 196 Euskal Etxeak y federaciones que se encuentran repartidas por un total de 25 países de todo el mundo funcionan como motor de la colectividad vasca y para tejer una red de personas que representan a Euskadi en cualquier punto del mapa.
Algunas de estas asociaciones son centenarias, como la Asociación Euskal Echea – Centro Vasco de Comodoro Rivadavia, situada en la Patagonia, y que ha cumplido recientemente su primer siglo de vida, lo que la convierte en la euskal etxea más austral del mundo.
Con el objetivo de aglutinar a todo el movimiento emigratorio vasco, el Consejo Asesor de las Colectividades Vascas, tras consultar con toda la diáspora y la sociedad durante 2018, decidió que, desde 2019, el 8 de septiembre se conmemorara el Día de la Diáspora Vasca.
Y es que el fenómeno migratorio no es una cuestión solo del pasado, más o menos reciente, o de nuestra historia. Actualmente también muchos vascos y vascas tienen que salir de nuestra tierra. Las formas de emigrar, y los motivos, han cambiado con respecto a otros momentos, pero es una realidad todavía muy viva.
Las Euskal Etxeak organizan a lo largo de todo el año diferentes eventos que responden a la necesidad de la comunidad vasca de dar a conocer su realidad y el pasado y presente del movimiento migratorio vasco, y que permiten enseñar al mundo lo que somos.
Así, por ejemplo, cada mes de junio desde hace más de una década se celebra la fiesta de la diáspora vasca, organizada por el Centro Laurak Bat y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en la Avenida de mayo.
En la edición de este año, cerca de 20.000 personas se congregaron para disfrutar de la gastronomía, la cultura y el arte de nuestro país, en una celebración que convierte ese día a este rincón de la Ciudad de Buenos Aires en una plaza más de Euskadi.
De hecho, Laurak bat es el centro vasco más antiguo de mundo, ya que fue un 13 de marzo de 1877 cuando un grupo de jóvenes vascos crearon esta euskal etxea en Buenos Aires.
Las Euskal Etxeak programan un gran número de actividades y talleres para promocionar y difundir nuestra cultura, como clases de euskera, de danza, de coro, de tamborrada... celebraciones como la Fiesta de San Fermín, de San Ignacio y el Aberri Eguna, eventos deportivos como partidos de pelota o culturales, como ciclos de cine vasco.
Divulgación de nuestras costumbres y raíces
Las colectividades vascas que operan en el exterior son un motor fundamental para el sostenimiento y divulgación de nuestra cultura, forma de ser y costumbres. De ahí el lema: "No importa dónde vivas, no importa dónde estés, si vives Euskadi, Euskadi vive en ti".
Para organizar sus diferentes actos, las casi 200 Euskal Etxeak de todo el mundo cuentan con diferentes ayudas del Gobierno Vasco. Por ejemplo, antes del 1 de septiembre de este año, el ejecutivo vasco concedió a través de la Secretaría General de Acción Exterior una importante partida destinada a los Centros Vascos, Federaciones y Confederaciones de Centros Vascos-Euskal Etxeak de fuera de la Comunidad Autónoma Vasca.
La mayor cuantía de estas ayudas, un total de 767.420 euros, fueron para el Capítulo IV --gastos de actividades y funcionamiento-- relativo al apoyo a los programas anuales o actividades concretas que lleven a cabo las Euskal Etxeak, preferentemente en el ámbito de la juventud; mujer; imagen exterior y comunicación y recuperación de la Memoria Histórica, así como los gastos corrientes y de funcionamiento.
Por su parte, el capítulo VII --gastos de infraestructuras-- estaba dotado con 180.000 euros para financiar total o parcialmente los gastos y actuaciones que contribuyan a mejorar las condiciones de los centros como arreglo de desperfectos producidos por catástrofes; eliminación de barreras arquitectónicas; nueva construcción de sedes; adecuación de espacios para jóvenes; o introducción de tecnologías para el desarrollo de actividades.
El Gobierno Vasco también ha incrementado su esfuerzo para desarrollar la red Han Hemen-Basque Global Network, cuyo objetivo es articular al conjunto de la Comunidad Vasca en el exterior.
Además, en diciembre tendrá lugar el VIII Congreso Mundial de la Colectividad Vasca en el Exterior. La cita se celebrará en Gipuzkoa, bajo el lema ERALDAROA, un juego de palabras en euskera que conjuga la simbiosis entre las transformaciones que se avecinan y del tiempo que nos está tocando vivir.
Pero antes, Gernika acogerá este viernes, 8 de septiembre, el acto institucional del Día Internacional de la Diáspora Vasca 2023, tras su celebración el pasado año en Donibane Garazi, que estará encabezado por el lehendakari, Iñigo Urkullu. El acto tendrá lugar en los jardines del Museo Euskal Herria, y estará abierto a toda la ciudadanía.