La fiesta de San Sebastián tampoco se vivirá este año al 100%. La Tamborrada Infantil será troceada y las de adultos no saldrán, lo que restará buena parte del ambiente. Una situación que afecta de lleno a las sociedades y los restaurantes, que además deben cerrar a la 1.00 y no pueden superar el 60% del aforo en sus establecimientos, lo que les añade aún más limitaciones. Tanto la víspera como el día de San Sebastián se vivirá, por tanto, una fiesta inevitablemente descafeinada en las sociedades, auténticos centros neurálgicos de la fiesta. Los restaurantes, por su parte, están a la espera de la respuesta de última hora de los clientes.
La sociedad Gaztelubide está íntimamente ligada a la celebración del día de San Sebastián, pero con este serán ya dos los años en los que no podrá abrir la celebración con la Izada en la Plaza de la Constitución. Por ello, a falta de Tamborrada, tampoco organizará la cena oficial. "Es tradición en la sociedad y para nosotros es la cena más importante del año. El 19 es el día que se inauguró Gaztelubide. Pero este año hemos decidido suspenderla, básicamente porque no hay Tamborrada y no hay nada que celebrar", señala el presidente, Joserra Mendizabal, conocido popularmente como Mendi.
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Gaztelubide abrirá la víspera "como un día normal". "El socio que quiera venir a cenar, puede venir y hará su cena respetando las limitaciones de aforo y horario. Ya hay socios que han reservado para cenar en grupos pequeños", comenta Mendi, que espera que la sociedad se llene "a ese 60% estipulado". El plan para mañana es parecido: "Como sociedad no tenemos nada organizado, pero la Tamborrada Infantil sale, así que vendrá gente a comer y habrá actividad en la sociedad".
Mendi reconoce estar viviendo "con resignación" que no haya fiesta por segundo año consecutivo y que en las sociedades no se vaya a vivir un ambiente inigualable en otras fechas: "Es una pena, aunque ya llevábamos días mascándolo porque desde antes de navidades se veía venir algo así. Nosotros ni siquiera habíamos empezado a ensayar, íbamos a comenzar el día 11. Se nota que no hay ese ambiente de tamborrada".
"Nosotros también hemos suspendido la cena oficial", comenta Javier Imaña, presidente de Euskal Billera: "Sin tamborrada y teniendo que cerrar a la una, no tiene sentido. Lo único, la sociedad estará abierta para los socios que quieran ir". Eso sí, hasta ayer mismo "no había muchas reservas", así que igual ni se cubre ese 60% del aforo: "Yo mismo voy a cenar y a las doce de la noche tocaremos la Marcha. Estamos en tiempos en los que no podemos juntarnos mucha gente, pero lo celebraremos de alguna manera, es el día de San Sebastián".
De cara al día 20 el plan es parecido. "No haremos nada oficial. Tamborradas no hay, aunque igual alguna pirata desfila por ahí", bromea Javier. La ausencia de fiesta se notará también en la decoración de la sociedad: "Pondremos la bandera fuera, pero no mucho más".
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Poco ambiente se prevé en Gaztelupe, donde ni siquiera se llenará ese 60% de aforo. "Hay unas pocas reservas, nada más", dice el presidente, Karolo Quecedo. "Habitualmente hacemos una cena, luego abrimos la sociedad y suele haber un ambientazo, porque se pasan varias tamborradas y viene mucha gente. Pero este año va a haber muy poco ambiente. No tenemos ganas de líos, de follones ni de contagios. Abrimos las reservas para el 19 y el 20 y ha habido pocas. Ya en diciembre bajaron mucho las cenas".
Tanto Karolo como el resto de socios están "sin ganas" de celebrar, porque no va a haber día de San Sebastián como tal: "Es una cosa muy rara, casi como un luto lo de este año. Será como un día normal, en el sentido de que no habrá fiesta y vendrá el socio que quiera a cenar o comer, y ya está". Eso sí, advierte el presidente de Gaztelupe que el año que viene pillarán la fiesta "con más ganas": "Va a haber un peligro del copetín".
Cenas más "sencillas"
El Antiguo es uno de los barrios de Donostia que más intensamente vive estas fiestas de San Sebastián, así que Jaime Aranzeta, socio junto a Julen Etxazarreta del bar Artikutza, lamenta que debido a las restricciones y a la falta de tamborradas desfilando por la calle vayan a perder "los dos días más fuertes del año".
La jornada de hoy se quedará "como una víspera de fiesta normal", comenta Jaime: "Solemos hacer un menú más arreglado, a puerta cerrada, y este año hemos pensado hacer un menú más sencillo y dejar el bar abierto. Vamos a decorar el restaurante, pero nada que ver con lo que hubiera sido. Con el tema del aforo entrarán unas 30 personas o así, y después de cenar pondremos música y tocaremos el tambor hasta la una menos cuarto o así. Para la una tiene que estar cerrado".
Mañana también espera el socio del Artikutza que el restaurante complete su aforo del 60%, aunque se mantiene a la expectativa. "Suele haber mucho ambiente porque pasan varias tamborradas por aquí y estamos a tope todo el día. Este año vamos a ver qué ambiente hay. El poteo dependerá del tiempo que haga. Si hace bueno y la gente se anima a salir, igual es una buena tarde", comenta Jaime, para quien perder los días más fuertes del año son un nuevo golpe dentro de las restricciones que está sufriendo la hostelería durante los últimos dos años: "Parece que esto no va a acabar nunca, espero que ya volvamos pronto a una situación normal".
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Joxe Mari Agirre, del restaurante Gandarias de la Parte Vieja, volverá a llenar su local en la cena de la víspera de San Sebastián, siempre respetando la limitación de aforos. "Yo abrí la lista para este día la víspera de San Tomás y la gente se fue apuntando con mucha ilusión, porque no esperábamos que la situación a estas alturas fuera la que es", añade este veterano hostelero.
Pese a las restricciones y que a la una tocará salir a la calle, no se han dado deserciones. "Nadie se ha desapuntado, hay ilusión por salir a cenar, aunque sea en estas circunstancias", añadió. Agirre pondrá "algún CD" con los temas propios de estas fechas para que la tamborrada se haga dentro y paliar de alguna manera la suspensión de los desfiles por las calles. "Aquí, la verdad es que para las doce de la noche casi todo el mundo se iba ya a la calle a disfrutar de la Izada. Solíamos después alargar un poco el ambiente con la televisión, aunque este año solo será hasta la 1.00", subraya.
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El menú no cambiará porque el Gandarias no ofrece un menú distinto para esta festividad. "Nunca hemos tenido un menú cerrado para esta cena. Se cena a la carta y cada cual pide lo que quiere. Siempre hemos funcionado así y a nuestra clientela le gusta", concluye Agirre, que tiene claro que, pese a todo, "la gente tiene ganas de alegrar el día".
En Gros confían en animar de alguna manera la fiesta. Al menos esa es la idea de Agus Rodríguez, de Pandora Taberna. "El menú de la víspera igual no va a ser tan especial como otras veces, será más sencillo, pero decoraremos el bar y algo haremos", comenta Agus, que espera "cubrir el 60% del aforo": "Con las restricciones actuales, entran 30 personas. Habrá cena, Izada, tocaremos un poco el tambor y para las 0.45 habrá que ir cerrando".
Reconoce el dueño del Pandora que no ha habido "un aluvión de llamadas para reservar": "Se nota que falta ese ambiente. Igual tenemos más el día 20, dependerá de si la gente se anima potear. Esperemos al final tener un buen día pese a que no haya tamborrada".