Día del Abuelo: ocho consejos para protegerlos en verano

En invierno, con el frío, las personas somos más propensas a cogernos catarros, gripes, bronquitis… ya que nuestro sistema inmune es más débil y, a temperaturas bajas, los virus son más resistentes. Pero es en verano cuando creemos que, al dejar atrás el frío y las malas temperaturas, nos olvidamos también de ponernos enfermos.

Sin embargo, esto no es así. Aunque no lo consideremos enfermedad, el calor puede afectar enormemente a nuestra salud. La exposición prolongada o el esfuerzo físico a altas temperaturas pueden hacer que suframos golpes de calor muy perjudiciales para nuestra salud. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los golpes de calor son la primera causa de defunción relacionada con el clima.

Los golpes de calor agravan enfermedades como la diabetes, el asma, los trastornos mentales o las enfermedades cardiovasculares.

Esta afección no es algo que se deba tomar a la ligera ya que, aparte de poder llegar a provocar nuestra muerte, también agrava enfermedades como la diabetes, el asma, los trastornos mentales o las enfermedades cardiovasculares, entre otras. Los jóvenes no deben preocuparse en exceso, pero las personas mayores sí. Por todo eso, y con motivo del Día de los Abuelos que se celebra este 26 de julio, aquí te compartimos una serie de claves para cuidar de la salud de los más mayores de la casa durante esta época tan delicada del año.

Consejos para cuidar la salud de nuestros abuelos con altas temperaturas

Con la edad, el cuerpo pierde la capacidad de sentir sed y mantener una hidratación adecuada. Además, al envejecer, las glándulas sudoríparas se deterioran, por lo que se produce menos sudor y a las personas se les dificulta mantenerse frescas. Estas situaciones se pueden agravar con las altas temperaturas del verano y generar graves problemas de salud a las personas de tercera y cuarta edad, como insolaciones o golpes de calor.

Aquí te compartimos una serie de consejos básicos para toda la población pero que no debemos dejar de recordar a nuestros mayores:

1. Hidratación constante

Como hemos dicho antes, las personas mayores suelen perder la sensación de sed por diversos mecanismos relacionados con la edad. Es por esto que, aunque no tengan sed, deben ingerir una cantidad adecuada de agua a lo largo del día. Además deben evitar bebidas alcohólicas, con cafeína y muy azucaradas porque contribuyen a una mayor deshidratación.

2. Alimentación variada

Incluir alimentos con gran contenido de agua, como cremas frías, gazpacho o frutas y hortalizas bien jugosas es muy beneficioso. También es aconsejable evitar comidas copiosas, con abundantes grasas y/o muy picantes, especialmente antes de dormir.

Una mujer y su marido preparando una ensalada fresquita.

3. Vestimenta adecuada

Lo más aconsejable es llevar ropa amplia de colores claros transpirable, preferentemente lino y algodón, así como calzado fresco y cómodo. El uso de sombreros y gafas de sol es muy necesario.

4. Mantener la casa fresca

Bajar las persianas y abrir para ventilar bien a primera y última hora son algunos de los mejores consejos. Lo mejor es que las personas mayores permanezcan en lugares frescos.

5. Cuidados para la piel

Los rayos solares pueden dañar nuestra piel y son el principal factor riesgo de desarrollo del cáncer de piel u otras enfermedades como la dermatitis crónica. En el caso de las personas mayores, su piel está más debilitada, por lo que este cuidado adquiere todavía más importancia.

Una mujer echándose crema para protegerse del sol.

6. Realizar actividades al aire libre

Dar paseos ayuda a que las personas mayores estiren sus músculos y se encuentren más sanas. Sin embargo, es muy importante que estos paseos no coincidan con las horas de más calor.

7. Controlar las horas de sueño

Realizando un poco de ejercicio al aire libre se podrán controlar mejor las horas de sueño, ya que esto aumentará su cansancio y la sensación de sueño, ayudándoles a dormir mejor.

Una señora mayor durmiendo.

8. Cuidado de los ojos

En verano debemos utilizar unas buenas gafas de sol ya que, sobre todo en ancianos o personas mayores, exponer los ojos a condiciones perjudiciales puede derivar en problemas o enfermedades oculares.

Ahora que ya sabes como cuidar de tus abuelos y abuelas, ¡disfruta del verano con ellos sin preocupaciones!