El sida está lejos de los años 80 cuando a nivel mundial se vivió un verdadero tsunami con la aparición de numerosos casos. De hecho cada año se diagnosticaban más de 500 en Euskadi. La enfermedad es hoy muy distinta, gracias a la prevención, el diagnóstico y el tratamiento. Gracias a todo, cada vez son menos los que se infectan del VIH cada año. Sin contar el 2020 marcado por la pandemia y el confinamiento, el número de nuevos casos ha llegado a un punto de estabilización, en torno a 150 al año.
Hoy, sin embargo, hemos echado la vista atrás con Daniel Zulaika, un referente en la lucha contra esta enfermedad después de haber estado tres décadas a cargo de la dirección del plan anti SIDA de Euskadi. "Fueron años complicados y a pesar de que hoy en día se siguen produciendo nuevas infecciones, no tiene nada que ver con aquella miriada de personas que se infectaron al principio", subraya a modo de resumen.
“ En el 81 nadie sabia por qué se moría la gente ”
Cuando en 2020 llegó la pandemia, Daniel Zulaika no pudo evitar recordar la aparición del SIDA. "Las dos epidemias han sido muy abrumadoras", señala pero la gran diferencia, matiza, es que desde el principio hemos sabido el origen del covid porque los coronavirus son virus conocidos. "En el 81 nadie sabía por qué se moría la gente. Se descubrió que era un virus dos años después. En esos dos años hubo muertes como si fuera la peste negra y condicionó todo", recuerda.
“ Para un médico lo peor es la ignorancia. ”
La eclosión de los años 90
Daniel Zulaika recuerda que fue en 1985 cuando los casos de SIDA llegaron "en avalancha". "Fue un cocktail explosivo porque se le añadió el estigma de la seguridad social y la delincuencia y fue difícil hacer frente a aquella marea", remarca. Y es que el estigma ha perseguida a esta enfermedad muy relacionada en aquellos años con la heroína.
Subraya por ello el cambio que supuso considerar al consumidor de heroína como un enfermo. "Cuando decíamos que había que dar metadona, a muchos les parecía un escandalo. O decíamos que había que dar jeringuillas limpias. Los responsables políticos no lo entendían, tampoco la sociedad", rememora.
“ El año 95 y el 96 fue una pesadilla ”
Fueron muchos los contagios que se produjeron en los años 80 pero las muertes tardaron algo más en llegar. "El año 95 y el 96 fue una pesadilla", destaca. No es para menos, teniendo en cuenta que se detectaron más de 500 casos nuevos sólo ese año. La buena noticia, señala, es que en julio del 1996 llegó la solución.
"En el 85 empezaron las grandes campañas del 'pónselo, póntelo'. Pero hay un factor de decalaje. El VIH tiene una característica especial. Te infectas pero se tardaba siete años en desarrollar la enfermedad. El virus del SIDA acababa con nuestra inmunidad. Por eso en el 95 morían personas que se habían infectado en los 80", afirma.
¿Por qué 1996 fue tan importante?
El ex director del plan vasco anti SIDA señala que los virus y el VIH lo es, mutan. Los virus producen miles de millones de copias. "Tratábamos con un medicamento a los enfermos pero salían mutantes que eran resistentes a la medicación", señala. Y hasta que no descubrimos que había que usar los tres medicamentos a la vez no dimos con la clave. Sirvió para curar a los enfermos y evitar los contagios. Un dos en uno muy potente", destaca.
De hecho, afirma, es curioso que en aquellos años se habló de acabar con el SIDA con una vacuna, algo que no ocurrió ya que fueron los medicamentos los que permitieron controlar y aislar la enfermedad. Algo que con el coronavirus ha sido al revés porque la vacuna ha supuesto un antes y un después.
Sigue habiendo casos
Evidentemente la situación actual es radicalmente diferente. El director del plan vasco del SIDA, Antonio Arraiza puntualiza que los dos años de la pandemia han sido muy especiales. "Nos gustaría pensar que parte de las labores de prevención van dando resultado pero hay que esperar años normales para ver si la evolución es positiva como queremos", señala.
El objetivo, recuerda, es que del 95% de personas con VIH estén en tratamiento y que tengan carga viral negativa así como una buena calidad de vida. Esto supondría cronificar la enfermedad.
¿Qué es el programa de profilaxis preventiva?
Entre los tratamientos nuevos puestos en marcha destaca, sin duda, el programa de profilaxis preventiva que consiste en una pastilla diaria que impide contraer la enfermedad y transmitirla. Pero no es para todos sino para aquellos con una mayor vulnerabilidad, es decir, con alto riesgo de infección de VIH.
"Es un tema muy importante. Hay 550 personas dentro del programa con resultado magnífico", destaca Antonio Arraiza. Recuerda que son personas de alto riesgo que tienen que cumplir ciertos supuestos como tener 10 parejas sexuales, drogas relacionadas con el sexo, prácticas anales de riesgo y quienes se dedican a la prostitución.
Ahora bien, hay un método que conocemos todos y que sigue siendo la estrella: el preservativo. Y es ahí donde se encienden las alarmas porque su uso está bajando.
“ Es lo más barato y lo mejor como método de uso. ”
"Me doy cuenta de que hemos ido implementando programas que jamás hubiéramos soñado al principio", reconoce Daniel Zulaika. "Hemos cambiado la mentalidad. La sociedad ha entendido muchas cosas y este último programa es excelente", concluye.