Cada 13 de enero se celebra el Día Mundial de Lucha contra la Depresión. Este trastorno emocional afecta a más de 300 millones de personas en el mundo y supone la primera causa de muerte no natural. Según Unicef, en Europa se pierden tres vidas al día por suicidio.
Con la celebración de esta efeméride se pretende sensibilizar, orientar y prevenir a la población sobre esta enfermedad, cuyos datos siguen aumentando. Lo hacen de manera especial en uno de los colectivos más vulnerables, el de niños y adolescentes. En Euskadi, el 13% de jóvenes de entre 10 y 19 años padece un trastorno mental diagnósticado según los criterios que establece la Organización Mundial de la Salud. Con ellos trabajan en Bitarbask, la Asociación Vasca de Mediación, cuya labor hemos conocido hoy "En Onda Vasca con Txema Gutiérrez".
Principales síntomas
La depresión en niños y adolescentes se presenta con síntomas similares a los de los adultos: tendencia a minusvalorarse, el desarrollo de las fobias, alteraciones del sueño y sensibilidad y miedo a separaciones de los padres. Sin embargo, los jóvenes presentan una mayor tendencia a la irritabilidad, frente a la tristeza y la desesperanza que suele protagonizar la depresión en adultos.
Trabajo a distintos niveles
En Bitarbask trabajan con ayuntamientos, con familias y también en centros escolares. El trabajo tiene que ser transversal porque las causas son variadas. El contexto familiar y social, el ambiente escolar o laboral y las circunstancias personales, todo influye. Asier García Real, de Bitarbask, nos ha explicado cómo trabajan: "Identificamos las fortalezas personales, se trabaja el refuerzo de la autoestima y también qué situaciones te pueden superar retos y vemos cómo superarlos". El autoconocimiento es primordial y por ello se tiene en cuenta incluso la manera en la que hablamos con nosotros mismos: "Cuáles son los pensamientos limitantes que también afectan a esa estima".