Las asociaciones vascas de Trasplantados de Pulmón, Corazón e Hígado, "Renacer" y "Atcore", cumplen 25 años de trabajo a favor de la donación de órganos y hoy, en este Día Nacional del Donante, nos recuerdan que aunque Euskadi sigue a la cabeza del Estado en este gesto altruista, todavía queda un 10% de las familias que se niegan a que sus familiares fallecidos donen.
26 años con un "nuevo" corazón
Es un porcentaje mínimo pero es necesario seguir concienciando, donar órganos mejora la calidad de vida de muchos pacientes y en otros casos incluso se la salva. Es el caso de José Antonio Arteaga, presidente de la Asociación Atcore, cuya historia personal demuestra la importancia de donar. Su nuevo corazón donado, volvió a latir con normalidad cuando fue operado en 1997: "me habían dado dos infartos, mi corazón se quedó hecho una patata y tenía unas arritmias terribles. Tardaron un poco en operarme porque querían el corazón ideal, y vaya si lo lograron, voy a hacer 26 años trasplantado".
A pie de calle para informar y concienciar sobre la donación de órganos
Euskadi a la cabeza de donaciones
Según datos del Gobierno Vasco, Euskadi registró el año pasado una tasa de 56 donantes por millón de población, lo que mantiene a esta comunidad en la élite internacional de la donación de órganos y tejidos, muy por encima de los 40 donantes por millón de población, la cifra que la Organización Mundial de la Salud considera optima. Y es que la media de personas donantes por millón de población en Euskadi durante la última década fue de 55.
Sin límite de edad
Desde asociaciones de trasplantados recuerdan la utilidad de rellenar el documento de voluntades anticipadas, lo que facilita el proceso tanto a la propia familia, como al equipo sanitario. Y salvo en el caso de la donación de médula, en general, no hay límite de edad: "se ha dado casos de personas donantes con 90 años".
En la última década, la cifra de trasplantes en Euskadi ha alcanzado los 2.581: de ellos, 1.567 han sido renales, 742 hepáticos, 131 cardíacos y 141 pulmonares. Y es que donar órganos da mucha vida a quien lo necesita, y podemos llegar a ser cualquiera.