La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha asegurado este viernes que la mesa de diálogo social sobre la reforma del mercado laboral, que ha vuelto a reunirse este viernes, está "llegando a puntos de encuentro".
Aunque no participa directamente de las negociaciones, Díaz ha calificado la reunión de este viernes como "muy fructífera" y, en esta ocasión, "se ha trabajado muy bien, con intensidad".
El cronograma de la mesa de diálogo establecía abordar en esta cita los contratos formativos y la temporalidad, según ha comentado la ministra a los medios ante de reunirse con el expresidente brasileño Luiz Inácio 'Lula' da Silva.
"Estamos buscando fórmulas de ajuste para dar salida a factores o mecanismos de atención a la estacionalidad. Vamos avanzando, ha sido muy intensa, muy fructífera", ha dicho la ministra.
Díaz ha vuelto a incidir en "la apuesta del Gobierno" por lograr que la estabilidad en el empleo sea "la normalidad", y ha añadido que esta visión es "también compartida por los agentes sociales".
La nueva reforma laboral debe aparecer publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) antes de finales de año, como parte del compromiso del Ejecutivo con Bruselas para la recepción de los fondos europeos.
La mesa de diálogo ha intensificado esta semana sus reuniones y ha pasado a dos encuentros semanales, uno el miércoles y otro el viernes, para dar cumplimiento a los plazos.
"Nos queda un calendario muy intenso. El Ministerio de Trabajo está trabajando para el sí y, por tanto, para el acuerdo", ha manifestado Díaz.
En la reunión del miércoles, el Gobierno propuso a los agentes sociales que la contratación temporal quede ligada a causas muy concretas y que los contratos indefinidos sean lo ordinario a la hora de incorporar trabajadores, según señalaron a Europa Press fuentes del diálogo social.
La semana pasada, el Ejecutivo se encontró con el rechazo, tanto de la patronal como de los sindicatos, de la propuesta de los nuevos expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), denominada 'Mecanismo RED de Flexibilidad y Estabilización del Empleo'.
Este mecanismo permitiría a las empresas reducir durante un tiempo la jornada o suspender los contratos de sus trabajadores, con beneficios en cotizaciones y prestaciones, siempre que se den determinadas circunstancias.
Los agentes sociales se opusieron por considerar la propuesta "intervencionista", "poco flexible" y "farragosa".