Las obligaciones familiares, el trabajo, las labores del hogar... Los quehaceres se agolpan en nuestro día a día y, si no sabemos gestionarlos bien, pueden generarnos altas dosis de estrés que pueden acabar pasándonos factura tanto a nivel físico como mental.
Llevar unos buenos hábitos de vida, entre los que no puede faltar la práctica de ejercicio, un descanso de calidad y una buena alimentación, son indispensables para mantener el estrés y la ansiedad a raya.
El estrés es una respuesta fisiológica frente a una amenaza que puede ser real o imaginaria. Nuestro organismo se prepara para luchar contra ella o para huir de ella, lo que nos hace estar permanentemente en alerta y puede llegar a resultarnos agotador.
Al encontrarnos en esta situación, necesitaremos más energía, por lo que vamos a sentir una mayor apetecencia por alimentos procesados con grasas hidrogenadas y ricos en azúcar o en sal, que a la larga van a desequilibrar nuestro sistema nervioso.
Precisamente, una forma de plantar cara al estrés es cuidar la dieta, ya que ingerir alimentos saludables nos ayudará a aliviar la tensión, estabilizar el azúcar en sangre e ir eliminando el estrés. Además, una buena salud intestinal contribuirá a la formación de dopamina (neurotransmisor del placer) y de serotonina (la hormona de la felicidad), tan importantes para nuestro bienestar.
Incluir en tu dieta diaria ciertos alimentos puede ayudarte a reducir el estrés de una forma natural. Algunos de ellos son:
1- Almendras. Estos frutos secos son ricos en vitamina E, vitamina B, magnesio y zinc, por lo que tomarlos cada día en el desayuno nos ayudará a reducir el estrés. Gracias a su alto contenido en fibra, además, reducirán la presión arterial mientras te proporcionan un buen chute de energía.
2- Chocolate negro. Es rico en magnesio y tiene muy poco azúcar. Tomar dos onzas al día, preferiblemente por la mañana, te ayudará a reducir la depresión.
3- Plátanos. Tienen potasio y triptófano. Si no están muy maduros, contienen además un almidón prebiótico que alimenta las bacterias que regeneran la flora intestinal. En ella se fabrica el 90% de la serotonina (la hormona de la felicidad) que produce nuestro organismo.
4- Naranjas. Son una fruta rica en vitamina C, muy importante para sobreponernos a las situaciones de estrés. Tomar varias piezas a la semana y combinarlas con otros alimentos ricos en esta vitamina, como es el caso del kiwi o los pimientos rojos, te ayudará a combatir el estrés.
5- Aguacate. El consumo moderado pero regular de esta fruta mejora nuestra salud cardiovascular. Gracias a sus nutrientes, regula las hormonas del estrés, manteniendo los nervios y las células del cerebro sanas. Tomar medio aguacate cada día hará que mejore la tensión arterial y que se reduzca la inflamación.
6- Salmón. Los ácidos grasos omega-3 del salmón aumentan la serotonina y reducen el cortisol (la principal hormona del estrés) y la adrenalina. Dos o tres porciones por semana resultarán muy beneficiosos para tu salud.
7- Huevos. Se trata de un alimento lleno de vitaminas, minerales, aminoácidos y antioxidantes, muy importantes para protegernos del estrés y para mejorar nuestro estado de ánimo.
8- Lentejas. Son una legumbre muy rica en vitaminas del grupo B, muy importantes para el buen funcionamiento de nuestro cerebro. Además, tienen mucha fibra y magnesio para combatir el estrés.
9- Pistachos. Estos frutos secos ayudan a reducir la vasconstricción y favorecen el funcionamiento del corazón al dilatarse más las arterias. Son ideales para picar en momentos de ansiedad y a través de ellos puedes obtener un aporte extra de energía.
10- Manzanilla. Esta hierba medicinal es un reductor natural del estrés, promoviendo un sueño reparador y reduciendo de forma natural los niveles de cortisol y los síntomas de la ansiedad y la depresión.
Tomar conciencia de qué comemos en los momentos de mayor estrés nos ayudará a elegir los alimentos que más nos convienen y que más beneficios le van a reportar a nuestro cuerpo y a nuestra mente.