1 Inventando personajes. Él mismo dice que siempre se ha imaginado en la piel de otras personas, reales e irreales. Desde niño ha soñado con personajes que estaban más allá de la realidad.
2 Debut adolescente. El deseo de ser actor le llevó a debutar a los 14 años en la barcelonesa sala Muntaner. Desde entonces no ha parado de hacer teatro en su tierra.
3 Creador de espacios. Siempre le ha gustado tener su propio lugar. Decidido a dar un paso más, y tras tener un nombre en el teatro, creo el Laboratorio Els Malnascuts de la Sala Beckett (Barcelona).
4 Sus otras habilidades. Mientras estudiaba en la Escuela Superior de Teatro de Barcelona tuvo otras ocupaciones relacionadas con el mundo de la interpretación. Por ejemplo fue marionetista, algo que le gustaba mucho.
5 Sin plan B. Nunca ha tenido otra cosa en la cabeza que la de ser actor. Nunca ha soñado con una profesión diferente a la que ejerce y saltar sin red, si es para lo suyo, no le importa.
6 Su gran proyecto. Aunque ha trabajado de continuo en teatro y ha hecho cine, su personaje más importante hasta hoy es el que desarrolla en la serie La ruta, el rodaje más grande de todos los que ha trabajado.
7 Vive la amistad. Lleva mucho tiempo trabajando a pesar de lo joven que es, y eso le ha llevado a valorar mucho la amistad, concepto que también está muy presente en La ruta.
8 El duro confinamiento. Se considera un hombre fuerte, pero ha confesado que el confinamiento estuvo a punto de llevarle a la depresión.
9 Aficiones. Le gusta ver teatro y empaparse de lo que hacen los demás, además de escuchar música, y ha disfrutado conociendo la que fue la ruta de las discotecas de la movida valenciana de los 80 y los 90, algo imprescindible para afrontar su último trabajo. También le interesa la moda.
10 Reconocimientos. Trabajar con él es una apuesta segura avalada por premios. Con su trabajo en El último de la fila, un texto de Juan Mayorga dirigido por Andrés Lima, consiguió el Premio de la Crítica al mejor actor revelación.