La electricidad es desde hace muchos años un bien indispensable en la vida y en el hogar, y qué duda cabe de que sin ella nuestro día a día sería muy complicado. Vivir sin una luz que iluminara las estancias de la casa, sin electrodomésticos como el frigorífico o la lavadora, sin agua caliente o sin calefacción es totalmente impensable.
Según datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), si tomamos como referencia el mes de agosto de los últimos cinco años, podemos ver la evolución de la factura media de la electricidad en el hogar: agosto 2020 (56,57 euros), agosto 2021 (78,30 euros), agosto 2022 (130,99 euros), agosto 2023 (62,33 euros) y agosto 2024 (66,42 euros).
Aunque los precios actuales de la electricidad están lejos de los máximos alcanzados como consecuencia de la crisis energética de 2022, lo cierto es que la factura mensual de la luz sigue suponiendo un importante desembolso para el ciudadano.
Afirmaciones erróneas
De esta forma, es importante conocer los falsos mitos que circulan en torno al consumo energético para adoptar hábitos más eficientes y ahorrar en las facturas. A continuación analizamos algunas de estas afirmaciones que nos pueden conducir a error.
1- El frigorífico lleno gasta más
Frente a esta creencia, el funcionamiento del frigorífico será más eficiente cuanto más lleno esté. Los alimentos ayudan a mantener la temperatura interna, actuando como una barrera para que no entre el aire caliente cada vez que se abre la puerta.
2- La ropa se lava bien en frío
La evolución de los detergentes y de los electrodomésticos hace que lavar con agua fría sea tan eficaz en la mayoría de las prendas como hacerlo con agua caliente. El agua fría protege los tejidos y reduce considerablemente el consumo energético.
3- El programa rápido de la secadora gasta menos
Aunque pueda parecer una contradicción, los programas rápidos consumen más porque exigen un mayor esfuerzo al electrodoméstico y gastan más energía.
4- La ropa se seca antes con la calefacción muy alta
Subir el termostato no hará que la habitación se caliente antes y por lo tanto no acelerará el secado de la ropa y sí elevará la factura de la luz. Las prendas se secarán a una temperatura moderada por lo que no es necesario desperdiciar energía.
5- Los electrodomésticos cuanto más grandes, más gastan
El tamaño no siempre importa y en el caso de este tipo de aparatos la eficiencia energética juega un papel mucho más relevante. Una nevera grande de bajo consumo puede gastar menos que una nevera menos ineficiente.
6- Apagar y encender las luces consume más que dejarlas encendidas
Para la mayoría de las bombillas modernas, como las LED, el consumo adicional de encenderlas es mínimo y apagar las luces cuando no las necesitas siempre ahorra energía. Este mito proviene de las bombillas incandescentes, que ya casi no se usan. Apaga las luces siempre que no las necesites y usa bombillas de bajo consumo.
7- Las bombillas LED son caras y no ahorran tanto
Aunque las bombillas de bajo consumo tienen un coste inicial más alto, consumen hasta un 80% menos de energía que las incandescentes y duran mucho más. A largo plazo, el ahorro es considerable tanto en energía como en reemplazos.
8- La vitrocerámica gasta menos que el gas
Una placa vitrocerámica gasta hasta 4 veces más que una cocina de gas. Si te decantas por una cocina eléctrica, elige la inducción; es más cara, pero más eficiente, con lo que a la larga ahorrarás dinero.
9- Fregar es más barato que poner el lavavajillas
Siempre hemos creído que al lavar la vajilla a mano ahorramos dinero. Sin embargo, aunque el lavavajillas consume electricidad (menos si lo ponemos en el programa ECO y en horas valle) gasta solo 10 litros de agua por lavado, mientras que fregando a mano gastamos entre 10 y 20 veces más de agua.
10- El horno, mejor precalentado
No todos los alimentos requieren un precalentamiento del horno, sobre todo los que se van a cocinar durante más de una hora. Ten cuidado de no abrir la puerta, ya que al hacerlo perderá al menos un 20% del calor acumulado y deberá consumir más energía para recuperar su temperatura.
Ahora que conoces la verdad que hay detrás de estos mitos, puedes dirigir tus comportamientos a reducir el consumo energético de tu hogar de una forma mucho más consciente y efectiva para ahorrar unos euros.