ANTES de diez minutos, independientemente de que se avise a través del teléfono Bortxa o de cualquier llamada, tenemos que estar en el incidente”. Este es el “compromiso” que tiene la Ertzaintza en su lucha contra la violencia de género y en el que, según explica el jefe de Secciones Centrales de Investigación Criminal, Óscar Fernández Cucó, están implicados otros cuerpos. “Si la patrulla de la demarcación de la Ertzainetxea tiene un tiempo estimado de llegada superior a diez minutos, desde Ardatz se llama y se hace ir a la patrulla que esté más cerca, independientemente de a qué cuerpo policial o Ertzainetxea pertenezca. Puede ser policía científica que está en una inspección, seguridad privada... Esa inmediatez en la respuesta es importante para evitar que el riesgo se incremente”, subraya.
La rapidez con la que se trata de acudir al lugar de los hechos contrasta con la ausencia de prisas a la hora de recoger la denuncia. “Es importante recabar información que sirva para conseguir una sentencia en el juzgado y para darle la mejor protección posible. Esto hace que la denuncia sea larga porque, además, tenemos en cuenta la situación emocional en que se encuentra la víctima. Muchas veces hay que parar, descansar, volver... Son más de dos horas y media prácticamente siempre. Pero es importante para que salga con la protección y para no tener que repreguntar”, destaca.
Llamada de alerta urgente
A todas las víctimas de violencia de género, “desde riesgo básico en adelante”, se les ofrece el teléfono o la aplicación Bortxa. “Si pulsas un botón cinco veces seguidas en menos de cinco segundos, va a descolgar el teléfono, mandar la geolocalización a Ardatz, que es la central de Euskadi, y grabar todo lo que está sucediendo. Es una llamada de alerta urgente y va a acudir directamente una patrulla. Todo lo que entra a través del teléfono o la app Bortxa tiene carácter prioritario”, explica este mando de la Ertzaintza.
A través de esta app también pueden contactar “con Satevi, el servicio telefónico 24 horas que da una atención de contención emocional. Para la Ertzaintza es un alivio porque es dificilísimo cortar a una víctima que está llorando y te está contando lo que está padeciendo. Desde que está Satevi esto se da mucho menos y, como son especialistas en Psicología, las atienden mucho mejor”, concluye.