La lavadora se ha ganado el título de electrodoméstico imprescindible en cualquier hogar. En realidad, no lo valoramos hasta que se estropea, y esto siempre ocurre en el momento más inoportuno y cuando tenemos la colada más numerosa de todos los tiempos.
Al margen de la ropa más delicada que hay que lavar a mano o en tintorería, la mayoría de las prendas que usamos a diario van a parar a la lavadora. El problema es que a veces se nos cuela entre ella objetos o prendas que nunca deberían estar allí, bien porque pueden estropearse, porque pueden afectar a otra ropa o porque pueden causar un perjuicio al electrodoméstico.
Algunos de los objetos que debemos evitar meter a toda costa en la lavadora son:
1- Almohada. De espuma, de esponja o de plumas, en ningún caso deben meterse a la lavadora, ya que pueden deformarse e incluso romperse. En el caso de las plumas, estas podrían pudrirse y acabar despidiendo un desagradable olor. La alternativa es lavarlas a mano con agua templada y jabón con pH neutro.
2- Encajes o bordados. Al tratarse de prendas extremadamente delicadas, el movimiento de la lavadora podría hacer que se enganchen con botones, broches, ganchos o cremalleras y rasgarlas. Lo mejor, lavarlas a mano o en lavandería.
3- Sujetadores. Los ganchos o las varillas de metal de los aros del sujetador podrían llegar a salirse, engancharse en otras prendas e incluso romperlas.
4- Monedas. No es raro que se nos cuele alguna moneda en un bolsillo. Pues bien, puede resultar peligroso, ya que podría causar serios daños en el tambor de la máquina, atascar el tubo de drenaje impidiendo que salga el agua o dañar los filtros.
5- Llaves. Una llave guardada en el bolsillo que llega por descuido a la lavadora es un peligro. La fuerza del centrifugado unida al peso del metal podría ocasionar serios daños en la superficie del tambor.
6- Peluches. Estos muñecos de trapo pueden estropearse por los fuertes movimientos a los que los somete la lavadora.
7- Objetos de mascotas. El pelo de los animales puede acumularse en el filtro de la lavadora y acabar obstruyendo las bombas de drenaje o adherirse a los lados del tambor, haciendo que los pelos se peguen a las prendas en posteriores coladas. Lo mejor es retirar los pelos con un rodillo de pelusas antes de introducir los objetos en la lavadora.
8- Manchas inflamables. No es buena idea meter en la lavadora alguna prenda manchada de gasolina, de aceite de cocina o de motor, de desengrasante o de alcohol. El calor del electrodoméstico podría hacer que la ropa se incendie e incluso que se produzca una explosión. Además, es posible que en la lavadora se acaben acumulando residuos inflamables.
9- Ropa impermeable. Este tipo de prendas puede absorber mucha agua y formarse una especie de globo. Si este 'globo' se rompe de repente durante el centrifugado y envía esa masa de agua al resto de espacios de la lavadora, puede crearse un problema de desequilibrio severo en el aparato.
10- Alfombras de esterilla de goma. Este tipo de objetos pueden romperse y además echar a perder nuestra lavadora, ya que la goma se descompone y puede dañar la bomba si pasa una cantidad abundante por el filtro.