Compras un piso o una casa y llega el momento de decorarla. Pondrás en esa misión todo tu empeño e ilusión con el fin de acondicionarla a tu gusto y hacer de ella un lugar especial, ese refugio en el que te sientas a gusto, tranquilo y seguro.
De la elección de los muebles, lámparas o textiles, así como del color de las paredes, suelos o puertas dependerá el estilo de tu hogar, que inevitablemente va a llevar tu sello personal. Sin embargo, aunque no lo creas, la propia idiosincrasia del lugar en el que está enclavada la vivienda también va a influir en su decoración, y mucho.
En el caso de España, las viviendas cuentan con ciertas particularidades difíciles de encontrar más allá de nuestras fronteras. Algunas de ellas son:
1- Persianas. España es uno de los países europeos que cuenta con más horas de sol, por lo que no es de extrañar que necesitemos unas persianas que impidan que la luz del sol nos despierte antes de tiempo o que nos protejan del intenso calor en verano o del riguroso frío en invierno. Además, las persianas nos aportan intimidad y nos aíslan del ruido exterior. Pese a todos estos beneficios, difícilmente las encontrarás más allá de nuestras fronteras.
2- Cortinas. Los visillos o cortinas impiden que la incidencia directa de los rayos del sol se coma el color de los muebles o incluso dañe seriamente cuadros o fotografías. Su presencia además protege nuestra intimidad de miradas indiscretas o de vecinos cotillas.
3- El bidé en el baño. Las casas de nueva construcción ya no incluyen este sanitario en el cuarto de baño y poco a poco tenderá a desaparecer. Aunque en el resto de viviendas es un clásico, hay quien en posteriores reformas los han ido retirado por su falta de uso y para ganar espacio.
4- La lavadora en la cocina. Junto al horno o el lavavajillas, la lavadora es un electrodoméstico imprescindible en cualquier cocina (si tienes la suerte de vivir en una casa grande, podrás adjudicarle un espacio propio). Sin embargo, fuera de nuestras fronteras lo más habitual es desterrarla de las casas y utilizar zonas comunitarias de lavado.
5- Camas abarrotadas. Además de miles de capas (cubre canapé, protector de colchón, sábanas, manta, colcha...), no pueden faltar los cojines, peluches y todo tipo de objetos decorativos que resultan un incordio cada vez que hay que hacer y deshacer la cama. Los países del norte de Europa, amantes del minimalismo, visten las camas con un sencillo y práctico nórdico. ¡Todo un invento!
6- Salones que parecen museos. Fotografías familiares, cuadros, ceniceros (aunque ya no se fume), recuerdos de viajes, propios o ajenos, o enciclopedias, inútiles desde que existe Google, se concentran en las estanterías o las vitrinas del salón. Y es que en este país somos más de acumular que de tirar, aunque este último sea un gesto muy recomendable para la higiene de tu hogar.
7- Teléfono fijo. El teléfono fijo con tarifa plana suele estar incluido en prácticamente cualquier pack básico de telefonía, lo que hace que este aparato siga presente en muchos hogares. Sin embargo, en la mayoría de ellos su uso queda relegado a situaciones de emergencia como aquellas en las que el móvil se queda sin batería.
8- Baraja española. Una de las costumbres españolas más nuestras es jugar a cartas, tanto en casa como en los bares. No hay hogar en el que no haya una baraja española con los cuatro palos (oros, copas, espadas y bastos) y su iconografía inconfundible para echar de vez en cuando una brisca, un siete y medio o una escoba.
9- El jamonero en la cocina. Puede que no en todas las encimeras de las cocinas de España haya un jamonero sujetando un delicioso jamón, sin embargo será muy difícil que puedas encontrarlo en la cocina de cualquier otro país.
10- Ropa tendida. Tender la ropa a la vista es una costumbre muy mediterránea y tal vez tenga mucho que ver con su rápido secado al sol. Sin embargo, esta práctica tiene mucho de contradicción, ya que mientras protegemos nuestra intimidad con persianas y cortinas, exponemos algo tan íntimo como nuestra ropa a todas las miradas.
Ya lo ves, estos diez objetos, en cuya presencia ni siquiera reparamos a diario, están presentes en nuestros hogares fruto de la costumbre y como respuesta a nuestra forma de vida typical spanish.