La podobromhidrosis, como se denomina técnicamente al mal olor de pies, es un problema que trae de cabeza a muchas personas. Puede ser origen de situaciones desagradables y motivo de vergüenza por el rechazo social que causa.
El mal olor se produce cuando el sudor entra en contacto con las bacterias que todos tenemos en la piel, produciendo en su descomposición amonio y ácidos grasos.
Entre los factores que pueden desatar el olor de pies, atribuidos sobre todo a las bacterias Staphylococcus epidermis y Bacillus subtilis, están los cambios hormonales (adolescentes, embarazadas, menopausia...), el estrés o la ansiedad, la ingesta de ciertos medicamentos o de sustancias como el alcohol, el tabaco o el ajo, la presencia de hongos en dedos o uñas o el uso de calcetines o calzado no transpirable (los mejores son los de cuero y piel).
Pies a remojo en un tratamiento de spa.
Mantener una buena higiene lavando los pies con un jabón suave y neutro, no dejarlos demasiado tiempo a remojo y secarlos bien es esencial para evitar el mal olor. Si el problema persiste, puedes probar con algunos remedios caseros que pueden ayudarte a controlarlo. Estos son:
1- Vinagre de manzana. Poner durante 10 minutos los pies a remojo en vinagre de manzana diluido en agua y después lavar y secar te ayudará a regular el nivel de pH de la piel y a eliminar las bacterias que causan el mal olor gracias a sus propiedades antimicrobianas y antifúngicas. Si le añades a la mezcla sal, gracias a sus propiedades exfoliantes, te ayudará a eliminar las células muertas.
2- Vodka. El agua y el etanol, compuestos básicos de esta bebida rusa, combaten las bacterias que provocan el mal olor. Haz primero una prueba en una zona pequeña, ya que puede resultar irritante. Si detectas alguna reacción, enjuaga y suspende su uso, y si no, empapa un trozo de algodón con el vodka y pásalo por los dedos y por la planta de los pies.
3- Exfoliar con piedra pómez. La acumulación de células muertas en la piel de los pies se convierte en un caldo de cultivo para las bacterias. Exfólialos una vez a la semana con piedra pómez y después hidrátalos bien.
Exfoliación con piedra pómez.
4- Almidón de maíz. Al igual que los polvos de talco, absorbe el sudor y mantiene los pies secos, de forma que reduce la irritación aliviando el picor o el ardor. Puedes utilizarlo como polvos desodorantes aplicándotelos en los pies secos o directamente en el calzado.
5- Sales de Epsom. El sulfato de magnesio tiene propiedades antimicrobianas que destruyen la pared celular de las bacterias.
6- Bicarbonato de sodio. Tiene un gran potencial antimicrobiano y puedes utilizarlo de dos formas: espolvoreándolo en el calzado o poniendo los pies a remojo durante 20 minutos.
7- Salvia. Las hojas de salvia tienen propiedades antibacterianas. Puedes colocarlas dentro de los zapatos para atacar la presencia de bacterias y la humedad o introducir durante 20 minutos los pies en un barreño con una cocción de salvia en agua.
8- Jengibre. La raíz de jengibre tiene propiedades antimicóticas y antibacterianas. Cuécela y cuando esté tibia mete los pies a remojar 20 minutos.
El jengibre tiene importantes propiedades antibacterianas.
9- Té negro. Agrega cuatro sobres de té negro en un litro de agua hirviendo, déjala enfriar, viértela en un recipiente y pon los pies a remojo durante 20 minutos
10- Aceites esenciales. Aplícate en los pies aceites esenciales, preferiblemente aceite de enebro o aceite de benjuí. Masajéalos durante 5 minutos, lávalos con agua y jabón y sécalos bien.
Estas diez propuestas se presentan como una opción segura y asequible para prevenir o eliminar el olor de pies, pero si no logras aliviar el problema y te supone un auténtico inconveniente, mejor consulta a un médico.